El regreso a lo clásico, Fernando Reyes y su mundo maravilloso

Por Roberto PELÁEZ

Fernando Reyes, hijo de padres jaliscienses, es de esos artistas que asegura: si la musa viene que me encuentre trabajando. 

Desde los cuatro años, recuerda el entrevistado, quise llevar al papel todas las figuras de los comics que caían en mis manos; somos tres hermanos, abunda, y solo yo pinto, nadie me embulló, acota, es más, mis padres cuando se percataron de mi inclinación por la pintura me dijeron: como afición está bien, pero nadie vive de eso, tienes que trabajar.

Comienzo con las caricaturas, explica, y en realidad yo quería ser animador de esas caricaturas, narrar, y quizás hubiera seguido ese camino, dice, si no hubiera ‘tropezado’ con una imagen de la ‘Capilla Sixtina’, de Miguel Ángel, fue como un golpe, me dije: wow, lo que el arte puede hacer...

Fue como si me abrieran las puertas y accediera a algo desconocido, busqué todo lo relacionado con el realismo italiano, subraya

Soy autodidacta, nunca he ido a una escuela de artes plásticas, apunta, mi aprendizaje, contrario al de muchos otros pintores, descansa en ver, observar y tratar de captar las ideas, de aprender,  reitera.

Por otro lado, agrega, aunque trato de hacerme de un estilo, que la gente vea mis cuadros y diga... eso es de Fernando, también me empeño en no encasillarme, pinto murales, retratos, caricaturas, rotulo carteles, y es que aunque el tiempo es algo valioso, trato de experimentar, de buscar algo nuevo, pero reconozco que siempre regreso a los clásicos, es mi tendencia a lo griego.

Vivo desde el 2011 en Las Vegas, y quiero quedarme aquí, me gusta esta ciudad; ya he pintado más de mil cuadros, trabajo incesantemente, afirma, y cuando por encargo o por llevar al pienzo mis ideas, me percato de que va a ser difícil, trabajoso, pues le pongo mayor empeño.

Parte de la obra de Reyes puede apreciarse en murales en diferentes partes de laa ciudad, por Las Vegas Boulevard, el Downtown, el hotel y casino D, comenta, y acto seguido pregunta: no ha visto mi showgirl con medusas, es algo que tiene que ver con Las Vegas y la mitología, una relación que me gusta mucho, resalta.

Hice un gamblers en un mural de casi seis pies de alto, dice, utilizo varios símbolos de la ciudad, los dados, las ruletas, claro, las showgirls...

 

Sabe, apunta, me siento cómodo con el trabajo de los murales, me gusta trabajar delante del público, que la gente pase y mire, se detenga, pregunte, sobre todo los niños, siempre me sorprende ver como  le crecen los ojos delante de la combinación de colores, asegura y sonríe, es como si descubrieran otro mundo.

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