El orgullo de Ricardo y Rafael: Municipio San Juan Evangelista Analco

Por Roberto PELÁEZ

“Antes éramos un grupo más amplio, pero muchos connacionales regresaron a Oaxaca, o se fueron a vivir a otros estados cuando la economía se puso muy difícil en Las Vegas, escaseaban los trabajos, por eso en estos momentos somos unos 25, sin embargo no perdemos de vista nuestro objetivo fundamental que es mantener vivas nuestras tradiciones culturales y ayudar a la localidad donde nacimos”, asegura Rafael Pérez.

San Juan Evangelista Analco es un municipio de Oaxaca que ‘vive’ dentro de Rafael y Ricardo, dos hermanos que ‘ya echan’ raíces en la capital mundial del entretenimiento; “pasan los años, dicen, pero no olvidamos lo nuestro... nos acordamos del lugar, su gente, su comida, los paisajes, la música”, advierten emocionados.

“Mantenemos, dicen, excelente comunicación con las autoridades del lugar donde nacimos conocemos las dificultades, qué hace falta, hacia dónde debemos dirigir nuestra ayuda”, dejan sentado.

“Para nosotros, acotan, resulta importante mantener nuestra cultura, los platos típicos, la música, el vestuario, y eso lo trasmitimos a nuestros hijos con mucho orgullo, queremos que ellos mantengan vivas nuestras costumbres y raíces”, afirman.

Renglones agrícolas como frijoles, el maiz, las verduras, clasifican como los más fuertes del municipio, un territorio, trasciende, que gana terreno en al construcción y concede importancia vital al ecoturismo, y también sobresale en la artesanía.

“Algunos connacionales que regresaron a San Juan Evangelista Analco, apuntan, pues llevaron su experiencia e instrumentos de trabajo, todo lo que aprendieron aquí, y eso sin dudas es algo valioso, representa mucho allá, y otros pues aprenden.

“Por otro lado, por el mismo ecoturismo, las autoridades y la gente le dan condiciones a lugares muy bonitos, atractivos, se trata de un lugar mágico por su belleza, que permite recorridos por rutas naturales, paisajes hermosos, además, todo bien cuidado, junto a la hospitalidad, el aprovechamiento forestal”, apuntan sin poder ocultar su orgullo.

“Nosotros, subrayan, ayudamos con la iluminación del campanario, que es una obra muy ligada a la gente del lugar por muchos años, histórico, del siglo XVI, podemos decir que nos identifica, además también contribuimos con pintura para escuelas, algunas computadoras, y eso nos satisface, ponemos nuestro granito de arena, ayudamos al lugar que nos vio nacer”, resaltan.

“Sabe, San Juan Evangelista Analco se está haciendo sentir en el deporte, sobre todo en baloncesto, expresan, hay un equipo que ha ganado algunas competencias, participa en torneos nacionales y poco a poco se va haciendo de un lugar, eso nos gusta porque es una actividad sana, que atrae al público, y según nos han informado la gente respalda al equipo”.

 

Rafael, Ricardo, Jesús, Hortensia y Alberto son gente sencilla, trabajadora, solidaria, que gusta de ayudar a los suyos, hace tiempo residen en Las Vegas pero no olvidan a su gente, al municipio donde nacieron, donde crecieron y aprendieron de buenos sentimientos.

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