El letrero Welcome to Las Vegas mostró los colores que identifican a los salvadoreños

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Por Roberto PELÁEZ

Que la comunidad salvadoreña es la segunda entre los hispanos del valle, superada solo por la mexicana, es una verdad reconocida desde hace mucho tiempo.

Tambi#én es conocido el apego de los hijos del ‘Pulgarcito de América’ a la tierra que los vio nacer, cada vez quieren estar más cerca de la pequeña nación, sino físicamente, al menos por intermedio de sus acciones.

Cada 26 de noviembre se celebra el Día del Salvadoreño en el Exterior, adelantándose a la fecha, el Condado Clark, en la persona del comisionado Tick Segerblom, reconoció a dicha comunidad, por lo que el afamado cartel Welcome to Fabulous Las Vegas lució los colores blanco y azul de los salvadoreños. Fue un momento emotivo. Felicitaciones.

Por si fuera poco, a escasos metros del referido cartel, otro explicaba a los visitantes: Blue & White for Salvadoran Day.

El comisionado Segerblom, muy unido a la comunidad hispana del valle (lo ha reiterado con sus acciones) se vio flanqueado por Silvia Romero, cónsul general de El Salvador, y Eduardo López Rajo, quien funge como presidente ejecutivo de la Central American Coalition USA.

Ninguno de los tres pudo disimilar la emoción que les embargaba, el primero por tener una vez más la posibilidad de resaltar su vínculo con los hispanos del valle, más aun con la pujante y emprendedora comunidad salvadoreña.

La diplomática Romero y el siempre activo López Rajo, por acercarse de manera reiterada a la tierra que los vio nacer, por intermedio de un gesto tan significativo como simbólico, pese a la distancia.

Los salvadoreños saben que queda mucho por hacer, el próximo 26 se celebrará a instancia nacional el día dedicado a los hijos del pequeño país centroamericano que residen en el exterior, será una jornada para celebrar, colmar de alegría los hogares de miles de coterráneos en el valle, mientras se hacen planes para las fiestas navideñas.

Los salvadoreños tienen motivos para celebrar, poner en alto la bandera blanca y azul, los mismos colores que lució el cartel que identifica a la ciudad que no duerme, de la que estamos orgullosos.   

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