Por Roberto PELÁEZ
Allá, en la lejana Nicaragua, el pequeño Neftali Espinosa comprende desde temprano que su vida, su futuro, va a estar indisolublemente ligado al diseño. “Mis hermanas son bailarinas, y me vinculo a muchos implementos artísticos, más que todo a la elaboración y al vestuario”, advierte el entrevistado, dueño de un talento inmenso.
“Hace poco cumplí 17 años de carrera artística, comenta, soy licenciado en diseño de productos, graduado en la Universidad Politécnica del país que me vio nacer: Nicaragua, añade, antes de agradecer a varias personas que en Las Vegas lo acogen como un hijo... entre ellas Rhina Dheming, ella me ayuda a vincularme a la comunidad, y eso es algo que valoro de manera considerable.
“Desde el 2014 resido en los Estados Unidos, subraya, y hace tres en Las Vegas; soy de los que le gusta reconocer el talento, se lo debo todo al trabajo, al amor a la cultura y al arte, añade, creo que sumo más de dos mil diseños de vestuario, sobre todo, advierte, para las competidoras de ‘Miss Universo’, grupos de ballet y compañías de danza, se imagina, exclama, ponga por ejemplo la obra ‘Cascanueces’, luego piense en vestir a los protagonistas y a todos los personajes que se mueven a su alrededor.
Hace algunos apuntes a una revista y prosigue: “mi color preferido es el rojo, sin embargo se impone estar actualizado, estar muy pendiente de la tendencia, es importante saber qué colores predominan entre las aspirantes a ‘Miss Universo’, por ejemplo, puede que sean el amarillo, el blanco, el dorado y por supuesto el plateado, son colores, resalta, que llaman la atención, acompañados del brillo... la intención, precisa, es deslumbrar, llamar la atención, que todo resalte”, argumenta.
A una pregunta sobre el trabajo artístico del entrevistado, Dheming y Freddy Chávez no escatiman elogios: “es un joven de mucho talento, siempre dispuesto, aparte de los recursos, de su experiencia, que son aspectos válidos, a tener en cuenta, hay que añadir el amor que pone a todo lo que sale de sus manos, es admirable, además, está su calidad humana, trata a todos con respeto, tiene bien puestos los pies sobre la tierra, a pesar de los resultados y la extraordinaria calidad de sus diseños”.
Nefatli Espinosa no se llama a engaños, sabe que tiene que estudiar, renovarse, pues en su condición de artista la renovación es un punto clave, al que concede mucha importancia.
“El artista debe tener sentido común, afirma, la visión necesaria para saber cuándo debe renovarse, hacer cosas nuevas, dejar a un lado los caminos trillados y emprender cosas novedosas, explica, es preciso reconocer que un artista que se respete no puede estar cruzado de brazos, vivir de la fama... tiene que hacer.
“Soy de los que prefiere hacer, siempre con mente positiva, soy inconforme, un perfeccionista, puedo equivocarme, pero voy en busca de diseños mejores, trato de superar lo que hice antes, y en mi caso, comprendo que eso se logra dando lo mejor de uno en cada pieza, dicho de otra manera, trabajando, poniéndose a prueba una y otra vez”, subraya.
