Por Roberto PELÁEZ
Una llamada telefónica me trajo la fecha a colación: abril es el mes de concientización sobre el autismo, y el 18 de junio es el ‘Día Internacional del Orgullo Autista’.
En tal sentido Las Vegas, y la organización Azulblue exhiben una labor encomiable. Se debe tener claro que el autismo NO ES UNA ENFERMEDAD, es una condición.
Entrega de juguetes, campamentos de futbol para que los pequeños se diviertan, conferencias médicas impartidas por especialistas, y también de asesoría jurídica, además de una membresía que supera el centenar, ratifican lo que decíamos antes del excelente trabajo que llevan a cabo los integrantes de Azulblue en Las Vegas.
En fecha tan reciente como el pasado sábado 18, en que en todas partes se platicó del ‘orgullo autista’, bien vale la pena mirar atrás, analizar qué se ha hecho, cuánto más se puede hacer, y avanzar, con el esfuerzo de los médicos, de los padres, de los voluntarios.
Para Azulblue, fundada por Olivia Espinosa, la organización viene, sobre la base del amor y múltiples necesidades, a llenar un vacío específicamente para la comunidad hispana (padres con hijos autistas) urgida de obtener información en español sobre la condición de los menores.
Espinosa, siempre atenta, amable, diligente, bien informada, presta a platicar, se rodea de un grupo de padres deseosos de hacer, ayudar, contribuir en lo posible a que la organización vea consolidada su labor primordial. Siete años después de ver la luz, y aunque en autismo se está muy lejos de decir la última palabra, Azulblue tiene mucho que celebrar. Desde hace algunos meses lidera la organización Yoli González, informada, capaz, sensible. La organización está en buenas manos.
“Entre tantas cosas -coinciden estas dos mujeres- nos gustaría que la comunidad conociera más de nosotros, de lo que hacemos, nuestros eventos de medicina, de leyes, las actividades deportivas que reúnen a tantas personas.
“Por ejemplo, continúan, es bueno que sepan que nuestras temporadas de futbol no son como las de otras ligas del valle que llevan a cabo una competencia y ansían conquistar el título”, advierten.
“Desde hace varios años, dicen, organizamos dos temporadas futbolísticas, con alrededor de 100 niños... los pequeños más que todo lo que hacen es divertirse y nosotros lo vemos como una especie de terapia con elementos físicos y por supuesto sociales, precisan, cada uno con sus características especiales, lo primordial es que se diviertan, hagan amigos, la pasen bien”.
Espinosa, y por supuesto, también Yoli, conceden una importancia extraordinaria a las conferencias médicas y de asesoría jurídica -se ofrecen en español e inglés-, “por encima de todo necesitamos estar informados, (y con nosotros los padres) conseguir esos dos eventos cada año es una gran conquista; esos eventos nos permiten adquirir herramientas indispensables.
“Hemos aprendido que los niños autistas están en su mundo, incluso cuando permanecen en silencio, que le molestan los ruidos, todo ello gracias a las conferencias”, destacan.