Día Internacional de los discapacitados... Celebrar sí, reflexionar también

Por Roberto PELÁEZ

Cuando el jueves 3 llamé al periodista Edwin Saldarriaga para felicitarlo por el ‘Día Internacional de las personas con discapacidad’, agradeció la gentileza y comentó: “hay motivos para celebrar un día como hoy, pero también muchos para reflexionar”.

Con la agudeza que lo caracteriza precisó: “es una verdad enorme que las personas discapacitadas tienen menos oportunidades, se les presentan muchos obstáculos si desean estudiar, y sin exagerar con frecuencia son víctimas de violencia.

“Claro que se ha avanzado, indica, ahí están las ‘barreras arquitectónicas’, pero hay demasiadas cosas por resolver, más si se tiene en cuenta que las personas con discapacidad resultan el 10 por ciento de la población mundial, o sea, hay un universo enorme de discapacitados, entonces no se les debe marginar, por el contrario”, añade.

Platica del interés individual, de la importancia de aprender a leer -los privados de la vista, como él- por el sistema Braille, “se imagina, dice, no hubiera podido ir a la universidad, terminar una carrera sin saber leer... es indispensable disponer de centros en que las personas discapacitadas puedan aprender, adquirir habilidades,  valerse por si mismo, contribuir al sustento de la casa, de su familia, eso es muy importante, sobre todo para sentirse realizado como ser humano, y es un asunto para reflexionar, prestarle atención”, resalta.

“No es la primera vez que platico del asunto, expresa, la llamada discapacidad -la palabra no me gusta mucho- es una condición que afecta el nivel de vida de una persona, por eso se tornan tan necesarios los servicios que faciliten la vida, sin que ello sea un handicap o nos impida superarnos, vivamos a expensa de una ayuda, cuando sabemos que podemos adquirir habilidades y necesitamos de centros en los que podamos encausar las mismas, salir adelante por nosotros mismos”, apunta.

 

“En un día tan importante como este -3 de diciembre- es bueno que nos analicemos, destaca, ver hasta dónde hemos ganado en conciencia sobre lo que podemos avanzar, lo que podemos aprender... justo sea dicho, muchas veces la ayuda tiende a acomodarnos, a que no nos superemos, no estudiemos, no aprendamos de computación, que estemos sólo a la espera de la ayuda, y no debe ser, como discapacitados hemos conseguido algunos logros (el Blind Center of Nevada, es uno de ellos) sin embargo las necesidades están ahí y debemos enfrentarlas, no hay de otra”, sentencia.

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