Día de los padres: Víctor... la fuerza del ejemplo

Por Roberto PELÁEZ

Por estos días Rosalina, José Luis y Adair se reúnen, aprovechan el poco tiempo que les deja el trabajo y hablan en voz baja, hacen planes... de momento cambian el tema de conversación, no quieren que la otra persona en casa se entere de lo que ellos proyectan; algo traman.

No me preocupa en lo que ellos están, si no quieren que lo sepa sus razones tendrán y no deseo insistir ni preguntar, deja sentado el dueño de la casa mientras enciende el televisor para ver los mejores momentos del equipo Cruz Azul en la temporada 2006-2007.

Rosalina, a solas con el reportero, ‘pone las cartas’ sobre la mesa y trasciende lo que traman: él es un padre ejemplar, dice, y no queremos dejar pasar el Día de los Padres sin entregarle un presente, sólo queremos ponernos de acuerdo y sorprenderlo, hasta ahorita él no sabe nada... si usted le preguntara.

Víctor, quien es oriundo de Acapulco, México, reside en Las Vegas desde hace casi 40 años, y no oculta el orgullo cuando habla de su esposa, de sus hijos José Luis y Adair, ellos son mi vida, dice, les he dado lo mejor de mi; el mayor tiene dos trabajos, es un enamorado de la fotografía, y el menor pertenece al ARMY, tiene entrenamientos, hace menos de un año regresó de una misión que le fue encomendada... son hijos muy cariñosos, trabajadores, bilingües y muy buenas personas, tienen un elevado concepto de la responsabilidad, y eso me hace sentirme contento de ellos.

A nadie le enseñan como asumir el rol de papá, de ser un buen padre, reflexiona Víctor, pero yo tuve en el mío un espejo para mirarme, siempre quise ser como él, lo veía irse a trabajar bien temprano y regresar casi de noche, buscar el sustento de la familia... era la época en que la palabra de un hombre valía más que el dinero, había un prestigio bien ganado, resalta.

Entonces, reitero, sólo quiero que mis hijos vean en mi lo que vi en mi padre, entrega y dedicación a la familia, tratar los problemas difíciles con ecuanimidad, sin perder la calma, de la mejor manera, platicando y buscando soluciones, abunda.

No puedo, como en otros tiempos, enfatiza, llevarlos de la mano al parque, a la escuela, pasaron los años, y tanto su mamá como yo hemos tratado de enseñarles como me enseñaron a mi, con la fuerza del ejemplo, pero sí, nos gusta salir juntos, sobre todo con Adair, nos vamos a Vegas Drive y Decatur a ver al Inter Acapulco, platicamos, comemos juntos.

- A usted, por curiosidad, qué le gustaría le regalaran este Día de los Padres..., pregunto.

-La vida me ha regalado mucho, me ha premiado con mi esposa y mis hijos, no pido nada, me siento reconfortado; pero sabe, cuando un día hablen de José Luis y Adair, de lo que han hecho por este país, por su familia, por su amor al trabajo, me gustaría dijeran: de mi padre lo aprendí... sería muy bonito.

-Muchas felicidades periodista en el día que se avecina.

 

-Gracias, le deseo muchas cosas buenas.

 

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