Cumple 10 años la escuela secundaria Eddie Escobedo Sr.

Por Roberto PELÁEZ

Hombres recogerá quien siembre escuelas: José Martí

Cuántas personas en el mundo pueden tener el honor, el altísimo honor, de que le pongan su nombre a una escuela! No se pone el nombre a una escuela de manera improvisada ni para salvar este o aquel compromiso o deuda de gratitud. Se tienen en cuenta muchos aspectos ante una decisión trascendental, sobre todo la conducta ante la vida.

Hace 10 años el señor Eddie Escobedo vio como ponían a prueba sus emociones, sus sentimientos... su corazón, cuando designaron con su nombre al centro docente que conocemos como Edmundo ‘Eddie’ Escobedo Sr. Middle School.  Familiares, amigos, gran parte de la comunidad sintieron como suyo el reconocimiento.

Es en la escuela donde se complementa la educación recibida en casa, donde se prepara a niños, adolescentes y jóvenes para su correcta inserción en la sociedad, allí los maestros se empeñan en enseñarles, dotarlos de herramientas necesarias para la vida, con la marcada intención de que sean hombres de bien, convivan con otros pese a las diferencias.

Con la colocación de su nombre a la mencionada escuela el señor Escobedo vio coronado su elevado concepto del ‘sueño americano’ vio premiado, reconocido a un nivel que quizás no imaginó nunca su dedicación al trabajo, su ética, su consagración a defender los derechos de la comunidad hispana... su constancia, renglones para los que tuvo siempre el apoyo de su familia. En el centro escolar toman lecciones más de mil alumnos, casi la mitad de ellos hispanos.

Instalado en su nuevo país, quiso corresponder a lo que éste ofrecía, beneficiaba a él y los suyos, al mundo de posibilidades que ponía delante de él, y se enlistó en la Fuerza Aérea; sin embargo no olvidó a México, su historia, su cultura, de ahí su labor promocional de grupos musicales, artistas, agrupaciones danzarias, y por supuesto, el cine ‘El Rancho’, además de su prioridad por tender la mano a los inmigrantes.

Pieza clave en la fundación y funcionamiento del Comité Patriótico Mexicano, las celebraciones por la Batalla de Puebla y la independencia de México, el evento denominado Navidad en el barrio para propiciar que cada niño tuviera un juguete, todo ello -y más- le valió para ganarse un lugar alto, de prestigio, en el corazón de la gente, de la comunidad.

 

Con sus virtudes y defectos, como todo ser humano, Escobedo transitó por la vida de manera tal que pudo incluirse en el grupo de los que el poeta llamó los imprescindibles.

 

Top