Llega mayo y con él las altas temperaturas, que si por un lado pueden ser beneficiosas (¿?) en la lucha contra el coronavirus, por otro suelen traer complicaciones y no resulta obvio adoptar medidas que ayuden a evitar complicaciones.
En los últimos días de abril la temperatura alcanzó los 90 y tantos grados -por encima de lo habitual-, varias personas acusaron golpes de calor, y según los especialistas para el jueves 30 estaba previsto que el termómetro ascendiera hasta los 106, una temperatura respetable, a tener muy en cuenta.
No puede ponerse a un lado que personal del Distrito de Salud del Sur de Nevada (SNHD) advierten: “las altas temperaturas incrementan los riesgos o afectaciones de salud, específicamente para los diabéticos”.
No resulta extraño que ante las altas temperaturas muchas personas experimenten dolores de cabeza, decaimiento, náuseas, mareos, sudoración, entre otros síntomas del llamado ‘golpe de calor’.
No se descartan tampoco agitación, problemas de dicción, confusión... ante esta situación lo indicado es sentar a la persona afectada, facilitarle la respiración, echarle aire con un abanico o ponerle un ventilador, quitarle algo de ropa, todo en función de que vaya paulatinamente recuperando su respiración normal. Para decirlo de otra forma, ante las altas temperaturas es preferible pasar por alto las actividades al aire libre, usar protector solar.
El calor en Las Vegas, lo sabemos, es intenso, entonces es aconsejable hidratarse, estar a la sombra, para evitar males mayores.