Por Roberto PELÁEZ
Libertad, libertad, fue el reclamo de centenares de cubanos que durante varias jornadas han caminado a lo largo del Strip, en solidaridad con miles de connacionales que en la isla han salido a las calles para protestar por la situación imperante allí.
Después de más de seis décadas, se acumulan las necesidades de alimentos, medicinas, se extienden por seis horas o más los apagones, los salarios no alcanzan, y lo poco que hay se expende en MLC una moneda con la que no se paga el salario a los trabajadores.
La gente de la isla se cansa, y ha decidido salir a las calles a exigir cambios, en marchas inéditas a lo largo de todos estos años en que ha sido difícil, por no decir imposible prosperar sobre la base del trabajo honrado, o poner un pequeño negocio. El sistema socialista, se ha demostrado, es un fracaso. En el caso de Cuba, embargo o bloqueo aparte.
Junto a las calamidades de un sistema que no ha podido resolver los problemas de la gente, -garantizar el desayuno, el almuerzo y la cena se ha convertido por años en una proeza-, la orden de combate dada por el presidente Miguel Díaz Canel ha sido tomada al pie de la letra por ‘agentes del orden’ (y otros vestidos de civil) para golpear.
Las acciones de solidaridad de los cubanos asentados en el valle no se ha hecho esperar, los eventos se han sucedido. Los hermanos de la isla NO ESTÁN SOLOS.
Se impone dialogar, atender de manera urgente, los reclamos de la gente, TRABAJAR, PRODUCIR ALIMENTOS, NO PRETENDER VIVIR DE LAS REMESAS FAMILIARES.
Las afectaciones por el embargo o bloqueo son innegables, pero no pueden esgrimirse siempre como justificación. Los gobiernos están para velar, garantizar el bienestar de la gente, permitir que las familias puedan prosperar con el trabajo que sale de sus manos. Obstáculos, presiones, medidas que tienen mucho de antipopulares, bajo el ‘manto del reordenamiento’, provocan todo este caos. Querer un mejor país no es un delito.
El semanario El Mundo, con más de 40 años en Las Vegas, está decididamente en contra de la intervención armada a la que algunos instan, de la violencia del tipo que sea. El semanario apuesta por una vida mejor para todos los cubanos, sin reparar en su manera de pensar, sobre la base del trabajo y el respeto.
