Por Rafael ROMERO
Las mañanas de los sábados son el momento ideal. En las proximidades de Maryland y Karen un grupo de niños con sus padres se acerca a Snacking, llega la hora de inmiscuirse en el mundo del reciclaje.
Conchita Espinoza, como se sabe, es una ‘voz autorizada’ en esto del reciclaje, y más aún a la hora de enseñar “me gusta comunicarme, transmitir mi experiencia y conocimientos a los niños y sus padres, más en un tema tan importante como es el cuidado del planeta, la calidad del aire, de la naturaleza, nuestro hábitat...
“Considero que en esto de reciclar, aprender a cuidar el planeta, si no toman responsabilidad los padres, si los niños no aprenden desde pequeños, es difícil avanzar, que se vean resultados”, resalta.
“Se imagina que los pequeños aprendan que las botellas de agua no se botan, no son basura, advierte Espinoza, pueden reciclarse, todos los días se botan millones de botellas, con ellas podemos hacer mucho en favor del planeta tierra, aprovechar bolsas de plástico, latas, sería hermoso, un mensaje para las futuras generaciones”, significa.
Ana González, madre de dos de las niñas que intervienen en el taller, comenta: “Conchita me platicó de estos encuentros, me parece bien aprender, aunque guiamos a los niños, también aprendemos, ella tiene experiencia, nos enseña cómo hacer las cosas, las manualidades, después seguimos en casa, y nos vemos cada sábado, poner, hacer algo en favor del planeta, me enorgullece”.
Se unen al grupo Alberto y Félix González, vienen acompañados de su mamá, para ellos es la primera lección.
Conchita le explica a los tres por donde cortar las botellas, para qué sirve la tapa, “se trata, dice, de hacer primero unas abejitas, después vamos a pasar a confeccionar un gusanito-jardín, poco a poco se adquieren habilidades, ya saben que las botellas de agua no deben ir a parar a la basura”, insiste.
Rosa Castillo, de Snacking, viste su ‘traje de anfitriona’, es diligente, está atenta a todo “para mí, apunta, significa mucho que Conchita venga con los niños los sábados, conozco a los padres, aprendemos todos a reciclar, porque realmente botamos muchas cosas que pueden ser útiles, y eso afecta el planeta donde vivimos”.