El tradicional Día de los Muertos es el tiempo cuando los mexicanos, muchos hispanos, reúnen la muerte con las ocurrencias, con el recuerdo de sus deudos, con su cultura.
Las “Calaveritas” son las expresiones escritas que muestran algo de nuestra identidad, donde la muerte se ve como es: parte del ciclo de la vida que poco a poco vamos comprendiendo, y mejor si se hace con buen humor.
Siempre le agradecemos a José Guadalupe Posada, su principal promotor cultural del siglo antepasado.
Seleccionar las calaveritas ganadoras entre las llegadas a nuestra redacción fue difícil. Después de una ardua revisión optamos por otorgar los primeros lugares a Dulce Solís, Javier Castillo y Leticia García. Gracias a todos los participantes en el concurso. Que disfruten las Calaveritas de El Mundo de este año.
PRIMER LUGAR
Calaverita literaria
Por Dulce Solís
Ahí viene la Muerte andando
y a quienes no leen, se anda llevando.
dice la calaca que sin un libro,
la vida pierde equilibrio.
Porque así, sin fomentar la lectura
puede uno llegar a la locura.
La Catrina se lleva las almas al otro mundo,
pero solo las de quienes no piensan profundo.
Queda de consuelo que allá en el Mictlán
se pueden encontrar a novelistas, cuentistas y todo el clan.
Ya se ha llevado a Elena, Alfonsina y Sor Juana,
y también a otras poetas de habla hispana.
Por favor danos chance otro año flaquita,
para seguir aprendiendo de los griegos y Afrodita.
Mejor regresa para el siguiente Día de Muertos,
a seguir espantando con tus historias y cuentos.
Solo queda tener cuidado con la ignorancia
porque la Huesuda nos puede llevar con arrogancia
no hay como seguir leyendo y escribiendo.
para que así podamos seguir viviendo.
SEGUNDO LUGAR
Lupillo Rivera sin miedo
Por Javier Castillo
No señora, no tengo miedo,
dijo Lupillo a la muerte:
“Más miedo le tengo al silencio
y quiero jugarme mi suerte”.
La muerte le mira segura,
no le queda más que reír:
“Si quieres hacer tu fiesta querido
tú te vas a arrepentir”.
Con firme trago de tequila,
Lupillo agarra valor:
Agárrate bien muerte querida,
que ahí te va mi canto del Sol”.
Orgulloso Lupillo dio un primer grito,
pero el tequila se le atragantó,
la muerte sólo le hizo una jugada,
y enseguida la ganó.
“No debías salir de fiesta Lupillo querido,
ni organizar una serenata,
la cuarentena aún sigue activa,
y hoy tendrás que pagarla”.
La muerte aprovechó para recordar al pueblo,
que no debían salir,
mantenerse todos en sus casas
mientras ella seguía por ahí.
Más valiente es el que espera,
teniendo ganas de salir,
que la tragedia de Lupillo no se repita,
porque todos merecemos vivir...
TERCER LUGAR
Calaverita a Juan Gabriel y Vicente Fernández
Por Leticia García
Andaba la calaba buscando
quien la divirtiera
cuando se topó con Juanga
en la meritita ‘Frontera’.
La huesuda al verlo
al momento quiso tenerlo
y le dijo al oído:
‘abrázame muy fuerte,
te lo pido por favor’.
‘Querida’, dijo el cantante,
yo no nací para amar,
además, ‘no tengo dinero,
ni nada que dar’.
‘Por qué me haces llorar’
dijo la muerte enojada,
ahora de castigo ‘no
te volverás a enamorar’.
‘Pero qué necesidad’
‘Querida catrina’
este es un lugar de ambiente
mejor llávate a mi compa Chente.
¿Quién? Dijo la muerte
Sí, ese el de la voz potente
no, no, contestó Vicente.
No te preocupes mi Chente
dijo la Calaca sonriendo
‘lástima que seas ajeno’
‘me voy a quitar de en medio’
Olvídate de Cuca, dijo
la muerte muy triste
que ‘acá entre nos’
yo seré tu ‘mujer divina’.
Y no olvides tus ‘botas de charro’
que yo para ti seré tu ‘estatua de marfil’
‘y en una noche como esta’
‘nos estorbó la ropa’.
Muy contenta la huesuda
le dijo a su Chente
Vete preparando porque
‘en la penca del maguey tengo tu nombre grabado’.
MENCIÓN
La flaca de sombrero
Por Jairo Eli Ramírez
De sombrero blanco llegó la flaca
pálida y sin dormir, sonriente
y coqueta para llevarme a mí
en medio de contiendas políticas
y a ninguno conocí.
Sólo he visto a Trump con su cara de ladrón
que en su reinado me empujaba
para quitarme las llaves de mi casa.
Queriéndome cortar las alas, pero llegó Biden
y él si vio ¿qué es lo que pasa?
Horrible pesadilla me provocó esta flaca
sentí que me llevaba donde ella estaba,
pero he logrado salir airoso.
Con pan para mi casa.
Ándate vos flaquita hambrienta de inocentes,
más bien llévate a Trump y todos sus secuaces
que sólo maltratan a inmigrantes que trabajan.