Una vez más seleccionar los ganadores del Concurso ‘Yo quiero a mi mamá’ que cada año auspicia el semanario El Mundo resultó una faena en extremo difícil, un ‘agradable’ dolor de cabeza.
Se recibieron alrededor de una decena de textos, destacando, por encima de todo, momentos vividos al lado de ese ser entrañable que sin dudas es mamá, todos ellos apegados a las indicaciones o bases del mencionado concurso. Textos dedicados a mamá llegaron a las oficinas de la redacción como un botón de muestra de lo que significa para la comunidad esa mujer que es un pilar, y una fecha tan significativa, que nunca debe pasar inadvertida.
“Ella se pasaba noches enteras sin dormir cuando uno de nosotros enfermaba; no sé que tenían los abrazos de mamá que eran tan reconfortables para nosotros”, destaca Manuela Hernández, en el texto escogido como ganador.
Da gusto y llena de sano orgullo poder, por intermedio de los textos concursantes, valorar o tener una idea de la sensibilidad de muchas personas del valle, que aprovechan el concurso para decirle a su progenitora cuánto la quieren.
Como en todo evento de este tipo tiene que haber participantes que se alcen con el primer lugar, sin embargo es válido consignar la calidad de los textos enviados.
Muchas gracias por tomar parte en el concurso del semanario El Mundo, felicidades a los ocupantes de los primeros lugares, y en especial a todas las madres.
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• PRIMER LUGAR:
Mamá... una mujer trabajadora
Por Manuela HERNÁNDEZ
Cuando me dicen que soy una mujer trabajadora y responsable no puedo evitar acordarme de mi mamá; ella me enseñó a hacer las cosas bien y a dar lo mejor de mí, siempre con una sonrisa en el rostro.
Cuando me siento cansada pienso en mi mamá, ella fue madre de 10 hijos, vivíamos en Durango, México, se despertaba a las 5 de la mañana a hacer tortillas a mano, ordeñar vacas y preparar el desayuno para todos.
Nos remendaba la ropa, en ese tiempo no había lavadora como hoy, y mamá cargaba con todos nosotros, nos llevaba al río a lavar la ropa a mano, y después regresaba a casa a hacer el trabajo del hogar, todo eso sin recibir ningún sueldo.
Pasaba noches enteras sin
dormir cuando alguno de nosotros enfermaba no sé que tenían los abrazos de mamá que eran tan reconfortables, tenían una energía sanadora sobre nosotros, por eso yo quiero a mi mamá.
Ella fue la maestra de mi vida, me dio con su ejemplo el impulso para alcanzar lo imposible, fue mi modelo a seguir, mi amiga y consejera.
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• SEGUNDO LUGAR:
Mi madre, una mujer irrepetible
Por Hermila CARRAZCO
Una mujer, madre, abuela y amiga, sabia, única, e irrepetible, ella es mi madre. Me ha dado todo lo que se necesita en la vida para ser feliz, y no hablo de dinero, lujos y marcas, hablo del tiempo, cariño, valores y enseñanzas.
Esos hermosos recuerdos de mi niñez a su lado los tengo guardados como mis más gratos tesoros.
Ella siempre ha estado conmigo en cada momento de mi vida, en cada cumpleaños, en cada logro, cuando me gradué de la escuela, cuando nació mi hija, en cada alegría de mi vida, pero también ha estado conmigo cuando más la he necesitado, en los mejores y peores momentos de mi vida, ella siempre ha estado presente.
Aprendí que en esta vida sólo somos instantes, que los años pasan muy rápido, que en un abrir y cerrar de ojos ya no somos niños, sino que nos hemos convertido en adultos, y que en nuestro paso por la vida dejamos huellas imborrables en forma de vida humana “nuestros hijos”, en forma de legado, de herencias no necesariamente materiales, y por eso le quiero inculcar a mi hija todas las enseñanzas que recibí de mi madre para que sea un legado y pase de generación en generación.
Mi madre no se graduó en la universidad, pero es la mejor maestra pues me ha dado las mejores enseñanzas para triunfar en la vida, por eso yo quiero, admiro y respeto a mi mamá, por ser una madre presente, y eso para mi vale más que todo el dinero del mundo.
