Por Nuestros SERVICIOS
Cuando se habla de raíces, tradiciones, apego a las lenguas maternas, a los hidalguenses Isidro Maqueda y Juan Rómulo no les cabe el orgullo en el pecho... miran desde un rincón como cinco niños se empeñan en aprender hña-hñu u otomí.
Maqueda y Rómulo conversan en hña-hñu, no entiendo nada, luego sonrientes me traducen: “coincidimos en tu visita en representación de El Mundo es un honor, qué mejor tarde que esta en que los niños ensayan, cantan el himno de México en hña-hñu y pueden sostener un diálogo entre ellos”, dicen.
“Cuando vine de Hidalgo a Las Vegas, explica Isidro, solo hablaba hña-hñu, que es un dialecto conocido también como otomí, se imagina, aquí tuve que aprender español, enfrentaba ocho horas, a veces más en la construcción y después dedicaba un tiempo a los libros, yo quería comunicarme con los demás”, señala emocionado. “Y lo conseguí, hoy puedo hablar en español, a veces hasta en público como presidente de la Federación Hidalguense”.
Los pequeños que forman el coro de la Federación son César y Hugo González, además de Evelyn, Itzel y Lizeth Maqueda.
‘A veces me uno a ellos para cantar el himno mexicano en hña-hñu, así los motivo, estoy orgulloso de lo que han logrado, llegan de la escuela, se citan para ensayar, enseguida se nota que tienen mucho interés, y no veo lejos el día en que también canten el himno de los Estados Unidos, porque nosotros vivimos en este país que nos abre las puertas, asimilamos su cultura, y cantar el himno es una manera de corresponder”, destaca Juan Rómulo.
Maqueda y Rómulo son dos pilares de la Federación Hidalguense, sin temor a equívocos también lo son de la comunidad hispana del valle, y realmente emociona el trabajo que hacen con las nuevas generaciones para preservar las tradiciones, las lenguas maternas. Cuando los niños cantan lo aplausos no se hacen esperar.