Ceremonia para nuevos ciudadanos: Más inmigrantes con voz y voto

Por Roberto PELÁEZ

EMOCIONANTE, Solemne y masiva resultó la ceremonia en que alrededor de 800 personas, de 64 países, se hicieron ciudadanos estadounidenses en evento que tuvo por sede el teatro del Cashman Center el jueves 22 en horas de la mañana.

Es un sueño, dijo Maritza Maldonado, una manera de agradecer la  generosidad de este gran país, de corresponderle, agregó.Luego del incesante quehacer de funcionarios del United States Citizenship and Immigration Services (USCIS) para acomodar a las personas que iban a realizar el juramento, y a sus invitados, varios oradores se refirieron a los deberes y derechos del ciudadano, lo que significa todo el proceso y llegar a obtener el certificado y el pasaporte estadounidense, el respeto a la bandera.

Se destacaron también los beneficios que alcanzan a los ciudadanos a través del seguro social; uno de los oradores dejó sentado que este es un país de inmigrantes con la ventaja de que puede aprovechar lo mejor de cada uno, ahora, enfatizó que tienen el derecho a votar en las elecciones federales, es un deber cívico; se recalcó la importancia que reviste obtener la ciudadanía en los tiempos convulsos que se viven, por ejemplo por el conflicto en Siria y las amenazas de grupos extremistas.

Un momento muy solemne fue el del juramento, unas 800 personas puestas de pie, algunas con niños pequeños, ratificaron su lealtad a Estados Unidos y a la bandera de las barras y las estrellas. Luego el público aplaudió y agitó banderitas.

Personas de Canadá e Inglaterra hicieron uso de la palabra para agradecer la generosidad de este país, y resaltaron lo que significa para ellos y sus familiares la ciudadanía estadounidense.

El pase de lista por países fue otro momento emotivo: Albania, Argentina, Belice, Chile, Colombia, Cuba... el pase iba más o menos tranquilo hasta pronunciarse el nombre de México, casi medio teatro se puso de pie, en inequívoca señal de que la mayoría de los nuevos ciudadanos proceden del vecino país. Otros grupos considerables fueron los de Cuba y Filipinas.

 

Marcelo González, de Honduras, y la cubana Maritza Maldonado coincidieron en que era un sueño obtener la ciudadanía, por lo que representa, es un paso muy importante, dijeron, además, es una manera de corresponder a lo que este país hace por los inmigrantes que llegan con sus papeles en regla o pueden legalizar sus documentos... ya tenemos voz y voto, agregaron sonrientes mientras ondeaban sus banderitas y mostraban orgullosos sus certificados.

 

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