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Conducir bajo los efectos de sustancias y no respetar las señales de tránsito resultaron las causas que provocaron un accidente vial en la intersección de Desert Inn y Lindell Rd., al oeste de la ciudad.
El pasado domingo 4 del presente mes -alrededor de las 4:15 minutos de la tarde- la conductora de un Toyota Rav 4 (Nakira Pray, de 27 años) fue arrestada por -supuestamente- provocar una colisión, conducía bajo los efectos de sustancias (DUI) no se detuvo ante la señal de luz roja, e impactó por el lado del conductor a un Geo Metro 1992. Dicho chofer fue trasladado al hospital y declarado fallecido en el UMC.
Con la víctima de este siniestro, en el área que atiende la policía metropolitana, suman 91 las personas fallecidas en lo que va del presente año, lo que arroja un promedio de 13 cada mes, o sea, casi un fallecido en accidente vial cada dos días. Tratándose de vidas humanas es demasiado. Toda responsabilidad es poca.
En más de una oportunidad, en estas mismas páginas, se ha llamado a los conductores a manejar con responsabilidad, no consumir sustancias si se van a poner al timón, no violar los límites de velocidad establecidos, respetar las señales de tránsito, prestar la debida atención al timón.
Lamentablemente todavía hay irresponsables que no reparan en que las mencionadas señales están precisamente para salvar vidas, hacen caso omiso de las indicaciones, con su accionar llevan el luto a familias del valle.
Un llamado en el que no tiene cabida el cansancio es precisamente el de evitar accidentes. Conducir es un privilegio que exige conciencia.
