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Hay amistades que se vuelven familia
Tal vez ni una mujer tan optimista como Olivia Espinoza pudo vaticinar, cuando fundó Azulblue Unidos por el Autismo hace cerca de tres lustros, que la organización iba a cobrar tanta fuerza, prestigio, y llegara a tantas personas.
No se trata de crecer sumando a más y más personas con pequeñines a quien se les ha diagnosticado el trastorno del espectro autista, lo cual sin dudas es en extremo importante sobre todo por la cantidad de información precisa que reciben.
Los eventos que organizan, su calidad, dicen mucho del trabajo que llevan a cabo. Ahí están, como botón de muestra, las conferencia anuales a cargo de especialistas, que viajan a esta ciudad algunos procedentes de México.
Los tradicionales torneos de futbol, que reúnen a niños, a sus padres, a voluntarios, corroboran la magnífica labor de Azulblue.
Cine en familia, sesiones de Lotería, se suman al desempeño, más que todo sirven para atraer.
“En mayo, en ocasión del Día de las Madres, llevamos a los adolescentes de 13 a 15 años, (Teens inclusion para adolescentes) a comprar, fue algo hermoso, hicieron línea, los acompañamos a comer, y decidimos repetirlo”, comentó Espinoza.
“El sábado 8 fuimos con 12 adolescentes a comprar el regalo de papá, refiere, sencillamente extraordinario, conmovedor, enfatiza, esperaron su turno, fuimos a Cane’s, pidieron, llenaron tarjetas para los padres, son actividades que también ayudan a socializar, poco a poco aprenden a comprar, a ordenar su comida... fue hermoso verlos comer, salir del restaurante con sus regalos y tarjetas para los padres, son acciones que llegan muy dentro, nos marcan y va a resultar difícil olvidarlas”.
La entrevistada no puede ocultar el sano orgullo que la envuelve, por fundar Azulblue Unidos por el Autismo, todo lo que se ha conseguido. Felicitaciones a Olivia y los miembros de la organización.
