Por Roberto PELÁEZ
Hace pocos días un grupo de personas se acercaron a Marianela Arias -aquejada por una enfermedad- para ayudarla con sus gastos médicos y decirle palabras de aliento. Buen punto en favor de la solidaridad. Muchas gracias.
La actividad a la que se hace referencia en el párrafo anterior, tuvo como principal motivadora a Carolina Ávila, quien lidera a los chilenos del valle, de sobresaliente vínculo con la comunidad.
Apenas han transcurrido unas jornadas y otra vez la solidaridad se distingue, tiene como protagonistas a un grupo Housing (Alojamiento), miembros del Club Migrantes de Uruapan, Adam Harvinson y Rosana Calender.
Ellos se presentaron en el hogar de siete familias necesitadas y le donaron muebles. “Reporta una gran satisfacción interior el llegar, entrar las cosas en cada una de esas viviendas, ver sus rostros agradecidos, a veces no pueden impedir llorar... de felicidad”, advierte Eddie Ramos, quien desde hace varios años encabeza a los uruapenses.
El propio Ramos explicó que se trata de “donaciones de los casinos, de diferentes compañías, de mueblerías, de personas que tienen a bien donar sus muebles a personas con menos posibilidades... todo lo que entregamos es GRATIS.
“Vamos a proseguir con estas acciones, adelantó, sabemos de familias necesitadas, y nos acercamos con estos gestos que no tienen precio, es emocionante vivir esos momentos, experimentarlos de cerca.
“Para este viernes 19, dijo, a una señora de 93 años le vamos a llevar varios muebles, de todo lo que necesita, con el propósito de que esté cómoda, tenga lo indispensable”, apuntó emocionado.
Continúan las acciones solidarias, esas que se materializan con marcado desinterés, muchas veces sin que medie pago alguno, reportan satisfacción espiritual, son pequeños detalles que hacen a los partícipes mejores seres humanos.
El libro más leído del mundo, la Biblia, deja sentado: “la generosidad es un indicador primario de nuestro entendimiento sobre el papel que desempeñamos como mayordomos de la creación de Dios”.
La solidaridad, se ha dicho y escrito muchas veces, es un valor que ayuda a ser conscientes de las necesidades de otros y nos genera el deseo de aportar a su satisfacción, contribuir a paliar sus carencias, hacerles la vida más llevadera.
