Por Roberto PELÁEZ
El pasado miércoles 13 de noviembre fue la jornada dedicada a poner en práctica la bondad, las buenas acciones, ayudar a quienes más lo necesitan.
Dicho así parece muy lindo, hermoso, de hecho cada acción noble, desinteresada, es bien vista ante los ojos de Dios, sin embargo representantes de la Asociación de Carpinteros, del Club Migrantes de Uruapan, voluntarios del Departamento de Policía, a las personas involucradas que responden a los nombres de Adán y Rosana, no reparan en la fecha para actuar de buena fe.
Eddie Ramos, del Club Migrantes de Uruapan, tiene a bien explicar lo que han materializado desde hace meses.
“Sumamos más de 700 casas o apartamentos en los que hemos donado muebles de cocina, sala y dormitorio, en algunas incluso hasta televisión, todo ello para ayudar a personas de la tercera edad, lo hacemos gracias a las entregas de hoteles, Amazon y Walmart, fundamentales en esto de apoyar a la comunidad”, subraya.
“El trabajo en equipo, la unión, el deseo de ayudar, enfatiza, reporta una gran satisfacción, sabemos que tomamos parte en acciones que la gente necesita y agradece.
“Les cambiamos a los ancianos sus muebles, los dotamos de piezas para el dormitorio, la cocina, la sala, se trata de un compromiso que tenemos no solo con personas de edad avanzada, también con los veteranos, hay que ver cuando les dejamos todo armado, sus rostros de satisfacción y agradecimiento”, expresa Ramos, vinculado por muchos años a la comunidad hispana del valle, organizador de numerosas actividades, en los últimos tiempos junto a la organización local Vista al Futuro, que lidera Marychuy Escobedo.
El ‘Día de la Bondad’ se celebra cada 13 de noviembre, con la intención de fomentar las buenas acciones, solo que en esta oportunidad los involucrados no esperan ni se limitan a la referida fecha.
“Todos los meses emprendemos acciones de este tipo, comenta Ramos, los interesados pueden acceder al sitio digital Harvisonhpuse.org y allí obtener más detalles, es algo que dice mucho de calidad humana, de buenas acciones, del deseo de querer ayudar, querer contribuir a la felicidad y bienestar de otras personas, en este caso ancianos y veteranos”, reitera.
“La bondad es contagiosa, advierte, empezamos y vemos que el grupo crece, se suma más gente al equipo de entrega, no importa que la casa o el apartamento esté en alto, la prioridad es donar los muebles a los beneficiarios, que se sientan más cómodos, todo es gratis, y los ojos de ellos, su agradecimiento, nos incita a seguir esta hermosa labor”.
