Aspira un hispano a ser Alguacil de la Policía Metropolitana de LV

Por Roberto PELÁEZ

No todo gira alrededor del dinero, el hombre debe estar donde se sienta realizado, contento con su trabajo y aporte... Ángel Barboza, de 51 años, siempre recuerda esa frase. Papá me la repetía con frecuencia, dice.

De padre mexicano y madre oriunda de Arizona, Barboza siente pasión por la Policía. Cuando tenía alrededor de 20 años ganaba mucho dinero como director de funerales en el sur de California, recuerda, sin embargo tenía un amigo policía y él me invitaba a eventos, aquello me fue gustando por día, cuando le dije a mi papá que sería un agente de la policía, aunque devengara un salario muy inferior, a él no le sorprendió. Hoy, muchos años después, quiero ser uno de los candidatos y llegar a ser Alguacil del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas, enfatiza. Tal vez el primer candidato hispano en la historia del Condado de Clark, agrega.

Estudié teología, pasé la Academia de la Policía en California, donde fui Marshal, y en Nevada. Fui jefe de la Policía por cinco años. Residí en California, en el Norte de Nevada y también en el Condado de Clark. Hoy trabajo como Deputy Marshal en la Corte Familiar, ubicada en 601 al norte de Pecos Road, señala.

A una pregunta de El Mundo sobre sus objetivos y prioridades si resultara seleccionado Alguacil en marzo del 2014, responde:

En mis 19 años como policía aprendí que por encima de todo se debe defender al más débil, hacer cumplir las leyes y proteger a la ciudadanía; es preciso conocer cómo llamar la atención, dar un consejo, reprender, aplicar la fuerza... ¡a la gente hay que tratarla con dignidad!

Junto a mi trabajo en la Corte Familiar, desde hace varios años empleo parte de mi tiempo en instruir a los marshal en defensa personal y hago mucho énfasis en que conozcan hasta dónde se debe utilizar la fuerza, qué se permite, esto quiere decir que es necesario defender a quien no se puede defender, eso es una tarea de primer orden, asevera.

Por otro lado, resalta, si fuera electo para el cargo confeccionaría un programa de rendición de cuentas al público, o sea, tendría contactos frecuentes con la gente; aspiraría a que todo fuera lo más transparente posible, con una postura vertical; analizaría si es factible aumentar el número de personas que cursan la Academia, porque quieren ayudar a la comunidad, argumenta.

Hay renglones muy importantes, como es el uso correcto del presupuesto, considero que se puede aumentar el número de policías sin tener que elevar los impuestos, es impostergable atender a los agentes porque esto incide en su actitud, o sea, hay tela por donde cortar, sostiene.

A una interrogante sobre sus posibilidades de obtener el cargo, acota: Conozco la Policía, pertenecí a ella, y mantengo mis vínculos; estoy desde hace algún tiempo en la Corte Familiar, que es algo positivo pues contribuye al dominio de las leyes, que es un aspecto fundamental, abunda; por otro lado no solo está la preparación, la educación, la experiencia, es muy importante la formación, vengo de una familia humilde, conocí desde pequeño el trabajo agrícola, supe del sacrificio de mis padres, de su esfuerzo por criarnos, porque estudiáramos, porque fuéramos personas de bien, eso marca y contribuye a forjar, a obtener una formación recta, a fijar ante la vida una posición vertical a prueba de soborno, corrupción, de abusos, aprende uno a tratar a todos, hay un prestigio por medio, afirma.

Creo que puedo aportar mucho al Departamento de la Policía Metropolitana de Las Vegas ¡y llegó la hora! Puedo ser el sheriff del cambio en el Condado de Clark, resalta.

 

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