Arturo Amaya: Es indispensable preservar la cultura

Por Roberto PELAEZ

Arturo Amaya, quien funge como presidente de la Cámara de Comercio Peruana lo tiene bien claro, para él resulta imprescindible promover y preservar la cultura, las raíces.

“Muchas de las danzas (no quiero absolutizar) que distinguen a Perú, tienen su origen en la época prehispánica, incuestionablemente son resultado de una fusión entre diferentes culturas y tradiciones, en gran medida las danzas identifican a los peruanos”, advierte.

Platica entusiasmado de la ‘Diablada peruana’, ‘El Huayno’, ‘Danza de las tijeras’, ‘Marinera’, ‘Tondero’, ‘Danza de la boa’, ‘Wititi’, los carnavales…

“Las costumbres y tradiciones de Perú son cultura viva, hay danzas que reflejan la constante lucha entre el bien y el mal, se caracterizan por el colorido de la vestimenta; algunas de ellas han sido valoradas con justeza, ahí tiene la ‘Diablada de Puno’, que para orgullo nuestro, de los peruanos, fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, comenta.

“Por encima de todo, dice, tratamos de formar grupos de danzas en Las Vegas, atraer a los jóvenes, que aprendan, hagan exhibiciones, participen en nuestros eventos o en las actividades de otros grupos comunitarios, lo importante es que no decaiga y que cada vez sea mayor el número de practicantes, que la cultura se transmita de generación en generación; se trata de alrededor de dos mil bailes representativos de la costa, la sierra y la selva”.

Y vuelve a las danzas peruanas.

“Si usted no ha visto ‘El Huayno’, se va a quedar boquiabierto, el zapateo, los movimientos de los danzantes, la música, aunque se baila en pareja hay poco contacto físico, es una de las danzas más conocidas; Perú es una nación milenaria, con danzas dedicadas al agua, la fertilidad, es hermoso”. 

El entrevistado viajó a Perú para tomar parte en el Primer Congreso Mundial de la Tunantada, un evento que incluye feria gastronómica, actividades culturales, artesanía, y debe resultar un acontecimiento.

¿Qué es la tunantada? Se trata de una danza de la sierra peruana que se desarrolla específicamente en los distritos de la provincia de Jauja; los bailes tienen lugar todo el año sin embargo se hacen sentir aun más entre el 25 de diciembre y el 20 de enero.

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