Por Roberto PELÁEZ
Más de mil 300 fallecidos en Nevada a causa del COVID-19, centenares de personas contagiadas con el virus, otras miles despedidas de sus respectivos empleos, son sólo un botón de muestra de lo difícil de la situación, no por gusto cada vez son más largas las líneas para obtener alimentos.
El pasado martes 8, desde bien temprano, muchos acudieron a la cita en áreas aledañas a la escuela Robert Lunt, la fila de autos se extendía por la Harris en busca de la Mojave y por ésta rumbo a Washington.
“Ahorita estoy sin trabajo, esperando a ver si nos van a ayudar con los anunciados 300 dólares del desempleo, y buscando bancos de comida”, señaló al semanario El Mundo Ángel Francisco Huerta, oriundo de Jalisco, México.
“Vivo en Las Vegas desde 1988, precisó, y nunca había visto esto tan difícil, trabajé muchos años en la construcción, con un salario que me permitía salir a comer con la familia, invitar a algunos amigos, pero ahorita no se puede”, advirtió.
“Como mismo está de complicada la situación, subrayó, con el COVID-19, gente sin empleo, enfermos, muchas cosas con precios más altos que hace unos meses, así agradezco la entrega de alimentos, aunque tenga que hacer una línea larguísima, por lo menos sé que voy a regresar a la casa con comida (leche, papas, huevos, manzanas, y a veces hasta pollo)”, resaltó.
“Ya que estoy aquí pues leo la prensa, busco información en mi teléfono”, expresó Huerta, y prosiguió: “cuando le platico de agradecimiento, tengo en cuenta varias iglesias, al Three Square, el Centro Cristiano El Shaddai LV, algunos hoteles que también entregaron alimentos... o sea, en medio de las necesidades uno encuentra gente solidaria, que sabe como está todo y ayuda de manera voluntaria, eso hay que agradecerlo”.
Para la patzcuarense Francisca Ramos los bancos de comida resultan también una excelente oportunidad “cuando sé que van a entregar alimentos, sea por el Boulder Stations y la Desert Inn, allá por la Pecos en North Las Vegas, aquí, vengo temprano para ser de las primeras, tengo demasiadas cosas que hacer en casa pero tengo que priorizar los alimentos, tengo dos hijos y un sobrino a mi cargo que están al ‘comerme’ a mi.
“Yo también agradezco mucho esto de los puntos de distribución, agregó, creo que ahorita en Las Vegas hay necesidad como no vi nunca antes, y si hay una entrega organizada de comida, pues se aprovecha”, externó con optimismo.
“Por mis hijos y mi sobrino, abundó Ramos, también hice líneas y les conseguí las mochilas, útiles escolares, se imagina, yo no tengo dinero para eso, por el momento ya tienen algo que para mi es tan importante como los mismos alimentos, las cosas de la escuela, no va a ser por mi que van a dejar de estudiar y de comer, al contrario”, dijo sonriente.
Sin salir de sus respectivos carros, con mascarillas, los asistentes manifestaron estar informados, Huerta, por ejemplo, señaló que debían esperar que el personal voluntario organizara las cajas para que todo fluyera, colocaran señalizaciones... “ahorita se demora, apuntó, pero después es muy rápido.
“Gracias a estos bancos de alimentos, a organizaciones que aprovechan las redes sociales y uno se informa, busca lo necesario, pero reitero, el panorama está complejo, somos muchas personas sin empleo, otras que han perdido seres queridos, esas todavía están peor, apuntó con el rostro serio.
“Y sabe periodista, quiero decirle algo sin ser pesimista, si no pagan el dinero del desempleo la situación se puede poner aun peor, reflexionó, no se sorprenda si ve gente perdiendo casas, carros, personas que estaban rentadas y tienen que salir porque los propietarios también tienen que pagar, entonces ahorita para mi lo primero es venir a hacer línea por los alimentos y agradecer a Dios y a nuestra comunidad...
“En unos minutos cuando pase por allí (señala el banco de alimentos) y los voluntarios me pongan la comida en la cajuela, le voy a dar las gracias a cada uno de ellos, estoy consciente de que ofrecen un servicio muy importante”, finalizó.
