Por Roberto PELÁEZ
No hay dudas de que Dulce Guzmán es más de una sicóloga establecida en el valle. No por gusto la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) tuvo a bien, consideró oportuno reconocerla, valorar su quehacer en lo que respecta a promoción, avance, comunicación, el hecho de su desempeño sobresaliente en la aplicación de la ciencia para mejorar a la comunidad, incidir en la vida de la gente.
APA resalta la labor y el incansable trabajo social que viene realizando la Dra. Guzmán en las personas que acuden a sus proyectos y consultas, mejorando la calidad de vida y ‘Tocando Vidas’ como destaca uno de los proyectos más importantes en la ciudad de Las Vegas, resaltando la labor, el profesionalismo y la entrega de su grupo de trabajo, quienes acompañan los procesos, físicos, emocionales, espirituales y económicos en la ciudad.
La American Psychological Association” (APA) es una organización científica y profesional que representa a los psicólogos en los Estados Unidos. Dulce recibe el reconocimiento con la humildad que la distingue. Sabe perfectamente que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.
El sábado 24 de febrero resultó otra prueba para la organización ‘Tocando vida’, en su cuarta edición, dirigida a homenajear a la mujer (dada la proximidad del 8 de este mes), la actividad que cada año reúne a las féminas estaba prevista para las 11 de la mañana. No se diga más, es una hora sencillamente ‘pesada’, el sol trata de imponerse, el estómago emite algunas señales... sin embargo el poder de convocatoria de la sicóloga Guzmán se impuso, su capacidad de liderazgo dijo la última palabra.
Una treintena de mujeres, vestidas de amarillo, acudió a la cita para hacer de la alegría una razón de ser “la vida debería ser amarilla... amar y ya”, afirmó Dulce Guzmán. ¡Cuánta razón le asiste! Además, la convocatoria hacía énfasis en el hecho de ‘tomarse la tradicional foto anual’. Qué fémina se le iba a resistir.
“El color amarillo, puntualiza la fundadora y líder de ‘Tocando vidas’, es el color de la felicidad, cálido y alegre, es excitante, en años anteriores vestimos de blanco, de otros colores, todos relacionados con el deseo de vivir, de amar la vida, de hacer el bien común, eso, y no otra cosa es lo que nos hace ser mejores personas e irradiar hacia los demás”, significa.
El evento del sábado 24 se desarrolló en medio de un ambiente apacible, de paz, optimismo, de confianza en el presente y el mañana, bajo el lema: “dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegría”.
Dulce, Carolina Ávila, Rosalba Aguirre, Malena Peraza, Cinthia Rodríguez, Elda Ochoa, entre muchas otras, ratificaron que “el amor es el camino”, de esa manera se adelantaron a la celebración por el venidero viernes 8, y lo hicieron llenas de planes y proyectos, con deseos de hacer, de vivir, de dar lo mejor de sí, de amar, y eso, incuestionablemente, es lo mejor.
Las esperan 365 días para volverse a encontrar, platicar de sueños y realidades, de cuánto consiguieron, de cómo les dan amor al prójimo, riegan, acarician la semilla que sembraron hace exactamente cuatro años, cuando se juntaron mujeres del valle para soñar ¡y despertar!