Por Roberto PELÁEZ
“Se trata de una aspiración que data de años... las familias de Nevada, amparadas por el Estatus de Protección Temporal (TPS) piden, reclaman, se sienten con derecho a una acción rápida que los lleve a la residencia permanente.
“La esperanza es lo último que se pierde”, apunta el hondureño Pedro E. Ramos, y ya son muchos años de reclamos, de querer hacer valer nuestros derechos, hemos visto nacer y crecer a nuestros hijos que sólo conocen este país... es un acto de justicia que se nos abran las puertas de la residencia”, expresa con optimismo.
“Recientemente algunos senadores insistieron con la llamada Ley SECURE para proporcionarnos la residencia permanente, esperamos que el Congreso y el presidente Joe Biden no nos decepcionen, es más, creo que con él, con Kamala Harris, aumentan nuestras esperanzas”, abunda.
Los ‘tepesianos’ han hecho gala de organización en Nevada y a instancia nacional, han dado a conocer la situación en cada uno de sus países, afectados por fenómenos climatológicos, conflictos armados, violencia, corrupción, miseria, desempleo, y opinan que llegó la hora de emprender el camino a la residencia.
“Son más de 20 años de trabajo, argumenta Ramos, de declarar impuestos, contribuir a la economía de este país, acatar las leyes, costear los estudios universitarios de nuestros hijos, adquirir propiedades, entonces, qué más vamos a esperar”.
Por su parte Walter Martínez, amparado por el TPS desde 2001, sostiene: “Aplaudo al senador Van Hollen y a los miembros de la delegación del Congreso de Nevada que copatrocinan la Ley SECURE, desconfiamos de la política de partidos y las promesas incumplidas... viajaremos a Washington DC a finales de este mes para asegurarnos de que el Congreso no nos olvide ni nos utilice como moneda de cambio en la política partidista”, afirmó categórico.
“Nuestras familias han estado en la primera línea durante toda la pandemia, dijo Emily Hernández, de 16 años, hija de un ‘tepesiano’, los jóvenes nos hemos informado y estamos activos en la lucha para salvar a nuestras familias; espero que nuestros senadores, congresistas y el gobierno de Biden cumplan su promesa a nuestras familias”.
En los Estados Unidos hay alrededor más de 410 mil personas bajo la ‘sombrilla del TPS’, procedentes de una decena de países: El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Yemen. Más de 4 mil ‘tepesianos’ residen en Nevada.
En el sur del estado, al menos los salvadoreños amparados por el TPS, se han mantenido informados de todo lo concerniente a este programa, en la sede del Consulado -Nellis, cerca de Bonanza- han tenido lugar múltiples eventos informativos y de asesoramiento, de manera que tengan sus documentos listos, renueven a tiempo sus aplicaciones y permisos de trabajo.
“Cada 18 meses, a lo largo de 20 años, hemos renovado nuestros documentos, explica Ramos, el TPS nos permite permanecer en los Estados Unidos, trabajar, sin temor a ser deportados, pero con la administración de Donald Trump el programa estuvo a punto de desaparecer, por eso preferimos que se nos permita emprender el camino a la residencia permanente, de manera que podamos vivir aquí y no tener más miedo a ser separados de nuestras familias, consideramos que es lo justo, tenemos derecho a permanecer en los Estados Unidos, mantener a nuestras familias con el fruto de nuestro trabajo, ver a los hijos conquistar el futuro”, insistió.