“Semana Santa” 2017 en el valle; tiempo de reflexión con La Pasión de Jesús

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Por Francisco ALEJANDRE

Con la celebración del Domingo de Ramos dio inicio la Semana Mayor en el mundo cristiano.

En la parroquia San Cristóbal se leyó el evangelio relativo a la Procesión de las Palmas, Bendito es el que viene en el nombre del Señor..., fue el canto distintivo.

Así dio inicio la Semana Santa, que concluirá con el Domingo de Pascua o de Resurrección.

Para la mayoría de las denominaciones del cristianismo, con esta celebración se recuerda la entrada de Jesucristo a la ciudad de Jerusalén, en la que multitudes aclamaron a Jesús diciendo: bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo y gloria en las alturas.

El vicario parroquial de la iglesia católica St. Michael, de Livermore, California, Rafael Hinojosa, externó a la feligresía que Jesús es la palabra de Dios.

“Cuando leemos las escrituras, pues, estamos literalmente teniendo un encuentro con Jesús. Es por eso que dedicar tiempo con la palabra de Dios es una manera extraordinaria de orar. El evangelio de hoy, la Pasión según San Mateo, nos anima a dedicar tiempo a Nuestro Señor en los momentos más difíciles de su vida”, señaló, agregando durante la homilía que “al leer y rezar, podemos imaginar a Jesús sentado junto a nosotros. Podemos hablar con él así como con nuestro mejor amigo, uno que nos pone atención. Jesús está fascinado con nuestras vidas y le encanta que compartamos con él nuestras experiencias”.

En el evangelio se relata cómo Jesús reunió a sus discípulos alrededor de una mesa para cenar, podemos pensar que nuestras propias experiencias con amigos y familiares alrededor de una mesa, de las veces que fuimos sin llevar algo para contribuir, o para convidar, o sin compañía.

La última cena me recuerda que no hemos podido cambiar muchas cosas en los años que hemos acumulado sobre la tierra. Jesús sabía que sus amigos más cercanos lo iban a traicionar, lo iban a abandonar, lo iban a negar, y sin embargo decidió entregar su vida por nuestra salvación.

Su agonía fue dolorosa, él escuchó a la multitud que, unos días antes, lo habían vitoreado gritar enardecidos: ¡liberen a Barrabás!

La reflexión es obligada, ¿cuántas veces hemos pedido la liberación de un ladrón en lugar de escoger la vida y enseñanzas de nuestro salvador?, ¿Jesús conocía los corazones de quienes lo flagelaron, los perdonó?

Para terminar recomendó hablar con Jesús, decirle: tu oraste por mi en los últimos momentos de tu vida, ¿cómo puedo agradecértelo?

Narración evangélica

De acuerdo a los evangelios canónicos, tomados de la enciclopedia virtual, la Entrada a Jerusalén describe el momento en que Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de una multitud que lo aclamaba. Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé, y el Evangelio de Juan añade que cenó con Lázaro y sus hermanas María y Martha. Ahí, se describe que Jesús envió a dos discípulos (no mencionados) a la aldea cercana, con órdenes de recuperar un burrito que había sido atado, pero nunca montado y dijo “Si os preguntan, decid que el Señor necesita el burrito, y que les será devuelto luego”.

Los sinópticos y Juan establecen que Jesús supo que había gente en el área, como Simón el Leproso, así que pudo haber argumentado que la presencia del borrico había sido organizada por los discípulos de Jesús. El Evangelio de Juan, no obstante, simplemente dice que Jesús encontró el borrico. Juan y los Sinópticos establecen que Jesús entonces montó al borrico (o en Mateo al borrico y a la burra, madre de éste), dentro de Jerusalén. Los sinópticos añaden que los discípulos pudieron poner sus capas en el animal, haciéndolo así más confortable. Los Evangelios describen cómo Jesús entró a Jerusalén y cómo la gente alfombraba su camino y también cómo dejaba a un lado pequeñas ramas de árbol.

 

La gente también cantaba una parte del Libro de los Salmos, específicamente los versículos 25-26 del capítulo 118. Bendito es el que viene en el nombre del Señor. Bendito es el enviado del Reino de Nuestro Padre... El lugar de esta entrada no está especificado, pero se supone que tuvo lugar en la Puerta Dorada, desde donde se creía que el Mesías entraría a Jerusalén, otros estudiosos piensan que el lugar fue hacia el sur, pues tenía entrada directa hacia el templo.

 

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