Una inmigrante que buscaba refugio en EEUU, se quitó la vida en un albergue en NY, donde han llegado miles de personas enviadas por el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó sobre el incidente, ocurrido en un albergue de la ciudad, que ha recibido ya a unos 11 mil inmigrantes de Centro y Sudamérica, en su mayoría venezolanos.
“Los miles de solicitantes de asilo que hemos visto llegar vinieron en busca de una vida mejor. Una solicitante de asilo en una de nuestras instalaciones se quitó la vida”, indicó en un comunicado.
“Nuestros corazones están en duelo por esta persona y por los seres queridos que pueda tener, y lamentamos su muerte”, señaló.
El Ayuntamiento no ha identificado a la mujer ni su nacionalidad, en qué albergue estaba o cuándo llegó a la ciudad.
“Esta tragedia es un recordatorio de que tenemos la obligación de hacer lo que esté a nuestro alcance para ayudar a los necesitados”, indicó, quien recordó a los inmigrantes que hay ayuda disponible en salud mental.
El flujo de inmigrantes ha creado una crisis en el sistema de albergues de la ciudad que no estaba preparado para recibir tantas personas y según el alcalde, está cerca de colapsar.
Una ley de la ciudad obliga a dar albergue a quien lo solicite. El comisionado de Asuntos del Inmigrante, Manuel Castro acude a recibir a estas personas que llegan en autobuses a la ciudad, muchos de ellos con niños.
El alcalde Adams culpó a los gobernadores republicanos de Texas, Abbott, y al de Florida, Ron DeSantis por lo ocurrido.
Abbott comenzó primero a enviar inmigrantes a Washington y desde mayo a Nueva York, luego a Chicago y ha enviado autobuses a la residencia oficial de la vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris.
El gobernante de Texas ha admitido abiertamente que quiere repartir la carga migratoria que soporta su estado en su frontera. DeSantis envió en avión a medio centenar de migrantes, en su mayoría venezolanos, a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard en Massachussetts. Nueva York (EFE)