Cuando el gobierno de EEUU aprobó a Ricardo Magpantay, su esposa y sus niños para que inmigrasen al país desde Filipinas, corría el 1991. Cuando llegaron las visas, era el 2005 y sus hijos no pudieron venir porque eran adultos. Más de una década después, sus hijos siguen esperando.
Magpantay se preocupa cuando escucha que la Casa Blanca busca limitar a los familiares que los inmigrantes naturalizados pueden patrocinar, un profundo cambio en una pieza del sistema de inmigración de EEUU.
“Es terrible para mí, después de una larga espera, si eso es aprobado, ¿qué les pasará?”, dijo Magpantay, ingeniero mecánico de 68 años en Urrieta, al sur de CA. “No voy a poder traerlos nunca”.
Los autodenominados “restriccionistas”, incluyendo al presidente Donald Trump, quieren una definición más estrecha de familia, que haría de esposos e hijos pequeños los únicos familiares que un inmigrante naturalizado podría patrocinar. Esa es una pieza clave de la reforma de inmigración propuesta por Trump, una medida que defensores de los inmigrantes dicen pudiera reducir la inmigración legal a la mitad.
El Congreso rechazó propuestas que trataban de resolver el status de centenares de miles de jóvenes traídos al país ilegalmente de niños, incluyendo un plan que reflejaba la propuesta de Trump. La falta de una resolución de un asunto que fue decisivo para la elección de Trump lo deja como un potencial polvorín para los comicios de noviembre.
En su discurso del Estado de la Unión, Trump aludió al intento de ataque con bomba de un bangladesí en Nueva York como prueba de la necesidad de reducir lo que él y otros llaman “inmigración en cadena” en favor de un sistema más basado en habilidades.
Partidarios de la reunificación familiar dicen que la retórica sobre méritos y habilidades es una cortina de humo.
“No son sinceros, su objetivo es reducir la inmigración”, dijo Anu Joshi, director de la Coalición de Inmigración de NY. “Se trata de reducir la familia”.
Antes de 1965, la inmigración a Estados Unidos era sumamente restringida. Ciudadanos de muchas partes del mundo eran básicamente inelegibles y había cuotas que favorecían a los inmigrantes del norte de Europa.
Las familias de italianos y otros europeos presionaron para cambiar la ley, lo que resultó en un sistema que abrió las visas para todos los países, con preferencias para reunificación familiar.
Los políticos no pensaron que los cambios tendrían tanto efecto, sospechaban que los inmigrantes europeos serían los principales beneficiarios. En lugar de ello, asiáticos y latinoamericanos comenzaron a venir y a traer a padres y hermanos.
Dividir las visas entre los países tuvo una consecuencia no anticipada. En países en los que la demanda era grande, como China, India y Filipinas, la cola ha crecido tanto que puede tomar años para que alguien reciba una tarjeta de residencia. Nueva York (AP)