Cuatro migrantes de nacionalidades colombiana y venezolana fueron rescatados tras quedar atrapados en una tormenta de arena en las dunas de Samalayuca, en el desierto de Chihuahua (norte de México), donde se perdieron al intentar evadir el control militar ubicado al sur de la fronteriza Ciudad Juárez, informaron las autoridades.
Mauricio Rodríguez Padilla, de la coordinación estatal de protección civil, indicó que en la búsqueda participaron la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, Cruz Roja, Protección Civil Municipal, el Instituto Nacional de Migración, voluntarios a pie y a caballo, además de particulares usando vehículos todo terreno.
“Llevamos 22 horas en este operativo: se han rescatado 4 personas, 3 masculinos y una femenina de nacionalidades colombiana y venezolana”, detalló a los periodistas.
Padilla agregó que una vez rescatados, los migrantes fueron trasladados a diferentes hospitales de Ciudad Juárez, donde se les trataron cuadros graves de deshidratación y las lesiones propias de la larga caminata por el desierto de Chihuahua.
“Pasaron la noche en las dunas, ellos estuvieron caminando, en el operativo llegamos al punto donde se ubicaban, pero no encontramos a nadie, se activó la aeronave y gracias a ello se pudieron localizar”, indicó Rodríguez Padilla.
Las dunas de Samalayuca, que tienen una longitud de más de 24 kilómetros de sur a norte, se encuentran a 50 kilómetros al sur de Ciudad Juárez.
El hallazgo de los migrantes ocurrió en la mañana gracias al rastreo aéreo efectuado a bordo del helicóptero Bell 429 de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), luego de poco más de hora y media de sobrevuelos por la zona.
Las personas migrantes enviaron su ubicación a las autoridades por WhatsApp para facilitar la llegada de los cuerpos de rescate. Sin embargo, los elementos al arribar al punto sólo encontraron algunas prendas de vestir.
Migrantes entrevistados por EFE en el río Bravo, fronterizo con Estados Unidos, han advertido que los operativos de las autoridades mexicanas para evitar que lleguen a la frontera los obligan a tomar caminos lejanos a la carretera, como el desierto. Juárez (EFE)