Grupos y organizaciones que abogan por los inmigrantes regresaron a la carga con una protesta frente al Congreso de EEUU para defender sus aportes ante los ataques de la campaña del candidato republicano y expresidente Donald Trump (2017-2021) y presionar por la residencia permanente.
“No podemos quedarnos callados ante los ataques que escuchamos. Nos desprecian, deshumanizan, urge alzar nuestras voces y defendernos”, dijo Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).
La activista lamentó que los indocumentados sean usados como carne de cañón por los republicanos para ganar la presidencia de EE.UU. “Amenazan con deportaciones masivas, destrucción de familias. Tenemos que exigir un alto a toda esta retórica o veremos una ola de odio que no solo afecta a los indocumentados, a los estadounidenses, a quienes tienen residencia permanente, a todos”, advirtió sin miramientos.
Trump ha prometido realizar la mayor deportación de indocumentados en la historia de EEUU e impulsa una retórica de que la mayoría son criminales.
Los manifestantes viajaron desde Arkansas, Maine, Nevada, Nueva Jersey, y defendieron frente al Congreso las contribuciones de la comunidad. Por décadas ha pedido que los legisladores y el Ejecutivo estadounidense reconozcan sus esfuerzos y les den un camino a la ciudadanía.
“Nos invade el temor”, dijo María Sotelo Albarran, de 34 años, y que llegó a Estados Unidos con 4 años.
La inmigrante, oriunda de Guerrero, México, está amparada por el programa de Acción Diferida Para los Llegados a la Infancia (DACA) y ha vivido años de incertidumbre desde que el expresidente Trump quiso acabar con el amparo.
“Tenemos que unirnos, protegernos y pedir un camino a la ciudadanía para los amparados por DACA y los indocumentados”, apuntó, decidida.
Los manifestantes pertenecen a la coalición ‘All In for Registry’, que reúne más de 130 organizaciones, abogan porque se apruebe una reforma migratoria. La norma de 1929 ha permitido acceder a la residencia permanente a inmigrantes que probaron habían llegado a EE.UU. en determinada fecha y tenían “buen carácter moral”. Washington (EFE)