Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería se han convertido en aliados claves para el tráfico de migrantes en Centroamérica, México y República Dominicana, indica un informe publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Según el estudio, la tecnología digital ha facilitado a los traficantes de migrantes el intercambio de dinero, bienes e información para desarrollar actividades ilegales y la mayoría de estas actividades tienen lugar en servicios y aplicaciones de uso común, y no en la web oscura.
“En la región de América Central, México y la República Dominicana, la mayoría de la oferta del tráfico ilícito sucede en las redes sociales y en las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram, que ofrecen una conexión más rápida y sencilla en comparación con la ‘Dark Web’”, advierte una de las conclusiones del estudio.
Los traficantes utilizan las redes sociales y las plataformas de video para promocionar sus servicios compartiendo videos cortos sobre el éxito de sus traslados, señala el informe.
El documento también denuncia que las redes sociales desempeñan un papel fundamental en la conexión entre migrantes y traficantes, permitiendo la interacción y el intercambio de información, mientras que la mensajería instantánea y las tecnologías de geolocalización en tiempo real facilitan la planificación y ejecución del viaje.
La OIM encuestó en el estudio a 531 migrantes en tránsito en la región, de los cuales el 64 % tenía acceso a un teléfono inteligente y a internet durante su viaje.
Los resultados muestran que los migrantes de entre 26 y 35 años son los que más utilizan estas tecnologías durante su viaje, mientras que los mayores de 46 apenas las usan. En general, el 64 % de los encuestados contó con un teléfono celular.
El estudio destaca los retos a los que se enfrentan las autoridades para responder a este panorama cambiante, como la limitación de recursos y capacidades sobre el terreno y las lagunas en los marcos jurídicos, también reconoce el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación como herramienta para contrarrestar las actividades delictivas relacionadas con la trata de personas, explicó la OIM. San José (EFE)