Ante el alto número de migrantes que permanecen y transitan por la capital mexicana y la falta de soluciones por parte de las autoridades, la red de albergues de la ciudad inició una campaña solidaria para recaudar alimentos enlatados, agua, medicamentos y artículos de higiene para abastecer sus necesidades.
La numerosa llegada de personas migrantes a Ciudad de México que buscan acceder a tarjetas humanitarias que les permitan trabajar o seguir su trayecto hacia Estados Unidos, ha desbordado los albergues y cientos se han visto obligados a asentarse en campamentos improvisados en el centro de la metrópoli.
La campaña pretende alcanzar a migrantes de la capital y del colindante estado de Hidalgo.
Mucha de esta ayuda, explicó en entrevista con EFE la coordinadora de comunicación del albergue Cafemin, Samantha Hernández, se repartirá a los migrantes que viajan a lomos de La Bestia, un tren de mercancías que emplean para viajar hacia el norte y donde muchos pierden la vida o sufren graves lesiones.
"Nos han reportado la necesidad que existe de atender a las personas que están a pie de vía esperando que La Bestia finalmente pueda llevarlos a la parte norte del país", dijo.
Hernández también lamentó que este sea un trabajo que únicamente realicen los albergues con el apoyo de quienes participen en la campaña de colecta.
"Los albergues no están subsidiados por el gobierno, así que con sus propios recursos y los de las congregaciones religiosas son quienes se están acercando a las vías del tren a entregar medicamentos y cualquier otra necesidad", subrayó.
La recepción de donaciones la canalizan desde el propio Cafemin, cuya sede se encuentra en la calle Constantino 251 de la céntrica colonia Vallejo.
La red de albergues de migrantes, como respuesta a la saturación que llevan meses viviendo y la falta de respuesta de las autoridades, han dado un paso adelante para su organización conjunta.
"Aunque había redes de solidaridad, no había un mecanismo de comunicación, de canalización. A partir de la emergencia (...) nos obligó a crear estos mecanismos", relató el coordinador de integración local del albergue, Mario Monroy.
Esto ocurre después de que durante el año fiscal 2022 la región registrase un flujo migratorio récord, con 2,76 millones de indocumentados detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos.
En la sureña ciudad de Tapachula (Chiapas), organizaciones alertan de que la población migrante ya supera a la local y la capital espera la llegada de cerca de 65 mil migrantes más para la primera quincena de mayo. México (EFE)