El ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush, instó al Congreso a abordar la reforma migratoria con un “espíritu benevolente” para alcanzar una solución positiva.
“El patrimonio inmigrante ha enriquecido la historia de Estados Unidos y continúa dando forma a nuestra sociedad”, dijo en una ceremonia de naturalización de 20 nuevos ciudadanos en su biblioteca presidencial en Dallas.
En una rara aparición en la escena política del país, el ex presidente dejó claro que no iba a meterse en política partidista u ofrecer alguna idea de políticas específicas sobre el tema migratorio pendiente en el Congreso.
Pero señaló que es importante para los legisladores reconocer los beneficios de la migración para el futuro de la nación.
De esta forma, atendió un tema que le es cercano, pero que no pudo concretar durante su presidencia y que ahora mantiene divididos a los republicanos.
“No tengo la intención de participar en la política o los específicos de la política, pero espero que haya una solución positiva al debate y espero que, durante el debate, mantengamos un espíritu benevolente en mente, y entendamos las contribuciones que los inmigrantes aportan a nuestro país”, anotó.
En sus comentarios, Bush destacó la importancia de defender y hacer cumplir las actuales leyes de migración.
“Nosotros también somos una nación de leyes, y debemos hacer cumplir las leyes”, indicó y agregó: “pero tenemos un problema, las leyes que rigen nuestro sistema de migración no están funcionando. El sistema está roto”.
Bush aseguró que “Estados Unidos puede ser una sociedad de leyes y una sociedad acogedora al mismo tiempo”, al inclinarse con ello a una solución integral al problema de la inmigración ilegal en este país.
La ceremonia de naturalización formó parte de la conferencia “Lo que los inmigrantes contribuyen: Un Evento Especial sobre Inmigración, Texas y Crecimiento Económico”, organizada por el Instituto George W. Bush en la biblioteca presidencial del mismo nombre, inaugurada en mayo pasado.
La iniciativa de reforma a las leyes de migración fue aprobada el mes pasado en el Senado y toca el turno ahora a la Cámara de Representantes de analizar y aprobar en las próximas semanas dicho proyecto o algún otro emanado de ese órgano legislativo.
Analistas políticos prevén sin embargo que la aprobación de una reforma migratoria en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, será mucho más difícil que en el Senado.
Muchos republicanos conservadores representan distritos con pocos votantes hispanos y pueden ser menos propensos a actuar en materia de migración. Dallas (NOTIMEX)