El presidente Barack Obama reconoció hace unos días que no hay tiempo suficiente para cumplir su expectativa de que el Congreso apruebe la reforma migratoria antes del receso veraniego y se mostró esperanzado de que ocurra en el otoño.
Durante entrevistas concedidas en la Casa Blanca a televisoras filiales de Telemundo en Dallas y Denver, el mandatario dijo por primera vez públicamente que ya no espera ver al Congreso aprobando una reforma migratoria antes del receso veraniego previsto a partir del 2 de agosto, y lo atribuyó al tiempo que necesitarán los republicanos en la cámara baja para analizar el tema en sus respectivos distritos electorales.
“Tal vez tengamos que esperar otras semanas de trabajo antes de que se apruebe el proyecto de ley. Así que probablemente, ojalá que pase en el otoño”, indicó Obama, quien insistió en la conveniencia de abordar la reforma migratoria de manera integral, y no en partes separadas como prefiere la mayoría republicana en la cámara baja.
“Hay una tendencia, yo creo, a dejar lo difícil para el final. Y si te comiste el postre antes de la comida, al menos mis niñas, a veces terminan no comiéndose sus vegetales”, explicó Obama en una metáfora, según una transcripción de la entrevista difundida por la televisora. “Así que necesitamos hacer esto en un paquete”.
El mandatario atribuyó la resistencia de algunos legisladores republicanos a la reforma migratoria a la creencia de que “la inmigración propiciará más cambios demográficos y eso puede no ser bueno para ellos políticamente”.
“Creo que algunos de ellos responden a electorados que pueden tener, en algunos casos, temores legítimos sobre inmigración pero pueden no tener la información completa, pueden no saber todo lo que hemos hecho en las fronteras para aumentar la seguridad fronteriza”, argumentó en su charla con Telemundo.
La Casa Blanca sostiene que las medidas adoptadas por el gobierno federal han permitido reducir sensiblemente los índices criminales en las poblaciones fronterizas y el ingreso ilegal de personas desde México, pero los republicanos acusan al gobierno demócrata de no haber hecho lo suficiente, por lo que buscan aumentar las metas sobre seguridad fronteriza que deberían cumplirse antes de que los inmigrantes sin papeles inicien su legalización.
Una buena parte del grupo bipartidista de ocho senadores que redactaron el proyecto de ley aprobado por el Senado analizó el martes en el Congreso junto a líderes empresariales, religiosos, agrícolas y activistas estrategias para lograr que la cámara baja apruebe la legislación.
Los senadores distribuyeron una lista de 121 representantes republicanos que pudieran ser convencidos de votar a favor de la legislación. Washington (AP)