Un niño de tres años murió ahogado y un bebé de dos meses se encuentra en estado crítico cuando uno de sus familiares intentó llegar desde México a Estados Unidos a través del Río Grande, un afluente crecido por estos días.
El jefe del Departamento de Bomberos de Eagle Pass, Manuel Mello, informó que
los menores hacían parte de un grupo de inmigrantes que cruzó el Río Grande.
Agentes de la Patrulla Fronteriza estaban cerca del lugar cuando se presentó el incidente y ayudaron al rescate. Cuando los bomberos llegaron a la escena los agentes estaban realizando maniobras de resucitación a los menores, explicó Mello.
Lamentablemente el niño de tres años fue declarado muerto en el lugar, mientras que el bebé, tal y como se informó, fue trasladado a un hospital de San Antonio.
Por otra parte la muerte del pequeño se une al deceso de una niña de origen guatemalteco, de 5 años, ocurrida recientemente cuando infructuosamente intentó cruzar nadando el río con su madre en la zona de El Paso, Texas.
Se informó de manera oportuna que las autoridades de Ciudad Juárez (México) pudieron recuperar el cuerpo de la pequeña. La madre fue rescatada con vida, según reportó el medio especializado Border Report.
Sobre la muerte de la pequeña la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo que las personas involucradas “no cruzaron a Estados Unidos debido al alto nivel del agua en el Río Grande, que se muestra crecido de manera considerable y resulta un peligro intentar cruzarlo”.
Hasta el momento de redactar estas líneas la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no ha ofrecido información relacionada con la muerte del niño de tres años y la condición del bebé reportado en estado crítico.
El pasado miércoles 24 agentes de la Patrulla Fronteriza recuperaron los cuerpos de tres migrantes fallecidos en un lapso de cuatro horas en el sector Del Río, Texas. Llama la atención -y por eso la reiterada indicación de que no crucen- que las muertes de inmigrantes precisamente en ese sector en lo que va del año fiscal ya superan las 200. San Antonio, Texas (EFE)
