Miles de migrantes, en su mayoría de Haití y Honduras, saturaron las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en la frontera sur de México, lo que provocó enfrentamientos por la disputa de los espacios para recibir atención.
Los vecinos alrededor de la oficina en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, reportaron que la dependencia del gobierno volvió a colapsar con la presencia de miles de migrantes
Funcionarios de la Comar consideraron oportuno explicar sobre el terreno que hay muchas personas, en especial de Haití, que quieren una cita para la entrevista de elegibilidad, en la que su equipo trabaja a marchas forzadas con el objetivo de atender a todas las personas. Los migrantes llegaron a realizar filas y muchos se quedaron a dormir.
El ecuatoriano Jon Macías, quien llegó desde hace cuatro meses, denunció que los migrantes son prisioneros de México, pues los mandan de un lado a otro para otorgarles una cita.
“Esto ha subido de tono y el calor, porque desde hace días hacen cola y no hay la organización que debe haber, por eso es que está asfixiada la gente, ahora quieren organizar por países, pero hay poco personal de la Comar para atenderlos, pero si te das cuenta hay más de 3 mil personas aquí afuera, es difícil”, expuso a EFE.
El hondureño José Dubon pidió encarecidamente a la Comar que les ayuden sin discriminación, al afirmar que hay nacionalidades, en su opinión, que reciben trato preferencial.
El personal de la Comar salió cerca de las 9:00 horas (15:00 GMT) para atender a las personas que tenían cita y que habían llegado a formarse desde el pasado jueves 14.
“Vamos a atender a las personas con orden, señores, si hay desmanes y desorden, no vamos atender a nadie”, advirtió de manera severa un agente a los migrantes.
El hecho refleja el flujo migratorio sin precedentes a través de México, donde las peticiones de asilo subieron un 18,2 % en el año 2023 hasta llegar a la cifra récord de 140 mil 982, la tercera cifra más alta del mundo, según el gobierno. Tapachula (EFE)