Médicos Sin Fronteras ante crisis en Darién: “Militarizar la frontera aumenta sufrimiento de migrantes”

Ante la crisis humanitaria en la frontera entre Colombia y Panamá, donde a diario llegan más de 2 mil migrantes que cruzan la selva del Darién, organismos como Médicos Sin Fronteras (MSF) considera que una respuesta como la militarización solo sirve para aumentar el sufrimiento de los migrantes.
“No tenemos la capacidad de sugerir rutas o políticas migratorias pero podemos decir que, como hemos visto en tantos contextos, la segurización de las fronteras, la militarización de las fronteras, no reduce el tránsito de migrantes, aumenta su sufrimiento”, aseguró el jefe de la oficina para Colombia y Panamá de MSF, Luis Eguiluz.
Una respuesta ante una crisis humanitaria como la que se vive en el Darién, donde este año ya se han registrado las mayores cifras históricas, con más de 300 mil migrantes en lo que va de año y casi 80 mil solo en agosto, que suponga incrementar la presencia militar o levantar más barreras para el tránsito, solo va en contra de los migrantes.
“Les hace más vulnerables a las mafias que se enriquecen con este tráfico de personas, les hace más difícil el acceso a servicios básicos. La segurización de fronteras no va a reducir el tráfico de migrantes”, dice el representante de MSF.
“El intento de reducir el tráfico -lo vemos en el Mediterráneo- expone a las personas a riesgos hasta cierto punto innecesarios cuando se pueden permitir rutas en las que se asegure el acceso a servicios y que no se expongan a peligros”, explica.
“Migrar no es un delito, es parte de los derechos de las personas”. Intentar cortar la migración es imposible.
MSF alertó que el gobierno panameño y organizaciones humanitarias que atienden en las estaciones de recepción de migrantes que hay en el lado panameño, “no dan abasto” con la cantidad de personas que llegan y sus necesidades.
En agosto atravesaron la jungla 79 mil 455 personas, cifra inédita para un solo mes, de ellas 18 mil 184 son menores, una preocupación mayor. Bogotá (EFE)

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