En una inesperada decisión estatal, la pequeña ciudad de Los Alamitos aprobó una medida que la exime de respaldar la nueva Ley de Santuario en California, y con ello resolvió que apoyará las acciones de autoridades federales en materia migratoria.
El concilio de la pequeña ciudad en el condado de Orange, en el sur de California, aprobó la medida por cuatro votos a favor y uno en contra, y con ello sus líderes esperan que otros sigan su ejemplo, y desafiarán las restricciones impuestas a su capacidad de cooperar con las autoridades federales.
Los Alamitos también se aliará con la administración del presidente estadunidense Donald Trump en su nueva demanda contra California, en la que impugna tres leyes estatales identificadas con la llamada política santuario a favor de inmigrantes indocumentados.
Tras la votación a favor de la exclusión de las leyes santuario, el consejo debe votar de nuevo en abril próximo para finalizar la opción de exclusión voluntaria por lo que la medida no se aplicará de forma inmediata.
Esa resolución marca un raro esfuerzo de una ciudad californiana para desafiar al movimiento del santuario, que cuenta con un amplio apoyo entre los funcionarios electos del estado de California, que ha sido identificado como centro de resistencia a la represión del presidente Trump contra la inmigración indocumentada.
"Como alcalde de Los Alamitos, quiero subrayar que no somos una ciudad santuario", dijo Troy Edgar, alcalde de esta ciudad con unos 12 mil residentes y más conocida por sus buenas escuelas y encantos de las pequeñas ciudades, que por el activismo político
Una de las leyes de santuario de California, que entró en vigencia el 1 de enero pasado, impide que autoridades locales y estatales pregunten sobre el estatus migratorio y cooperen con autoridades federales en asuntos relacionados con la migración, incluso cuando el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas solicite ser notificado por liberaciones en la cárcel.
Los líderes estatales defendieron la ley como un compromiso, diciendo que los agentes y oficiales federales aún pueden hacer su trabajo, pero no pueden presionar a las autoridades locales para que cooperen.
Sin embargo, los funcionarios de Seguridad Interna dicen que se ven obligados a devolver a los conductores ebrios a las calles porque las autoridades locales no responderán para retenerlos.
Con la resolución de esta ciudad, ahora se encuentra en el centro de una rebelión contra las políticas de "santuario" de California, que apuntan a proteger a los inmigrantes indocumentados ya que el presidente Trump promete aumentar las deportaciones.
Muchas ciudades se han enfrentado a la ira de Trump y su administración por las políticas que, según dicen, son demasiado indulgentes con los que están en territorio estadunidense de manera ilegal.
El presidente criticó a San Francisco por la ley santuario, que dijo que había permitido a un ciudadano mexicano que disparó fatalmente a una residente a permanecer en las calles.
Y la alcalde de Oakland ahora está sujeta a una investigación federal después de que envió un aviso alertando a los residentes sobre una redada migratoria.
Los Alamitos, por el contrario, se está moviendo en una dirección diferente, con algunos residentes y funcionarios que mnifiestan que no quieren tener nada que ver con esas políticas.
Alrededor de 160 personas asistieron a la reunión ordinaria del lunes en el Concejo Municipal, un evento mensual que rara vez atrae a suficiente gente para llenar la cámara de 40 asientos. Los oradores se pusieron en fila hasta altas horas de la noche para dirigirse a los funcionarios electos, que finalmente votaron cuatro a uno para aprobar la ordenanza.
"A veces las cosas son más grandes que nosotros", dijo el alcalde Troy D. Edgar.
Las ovaciones estallaron dentro del recinto después de la votación, con algunos gritando "¡Patriotas!" y "¡Esto es una victoria para Estados Unidos!"; mientras que otros agitaban banderas a favor de Trump.
El concejal Mark A. Chirco fue el único disidente que expresó que la iniciativa podría exponer a la ciudad a litigios.
"No estamos de acuerdo con Sacramento en muchas cosas. ¿No vamos a seguir las leyes estatales cada vez que no estemos de acuerdo con ellas?" cuestionó. "No creo que eso sea prudente". contestó.
No está claro cómo se implementará la ordenanza, y el alcalde Pro Tem Warren Kusumoto, que propuso la iniciativa, dijo que podría terminar siendo en gran parte simbólica. "¿Va a aguantar? No lo sé", respondió a sí mismo.
Un informe de la oficina de la ciudad argumentó que la ley estatal está en desacuerdo con la Constitución de Estados Unidos. "infringe los derechos de los ciudadanos" de Los Alamitos.
"En vista de esta contradicción, es imposible cumplir con la Constitución de Estados Unidos y la Constitución del estado de California", dijo el informe. "En esta situación, creo que la Constitución de Estados Unidos tiene prioridad sobre la Constitución del estado de California".
El informe indicó que la iniciativa provino del alcalde Pro Tem Warren Kusumoto.
La ley del santuario del estado ha recibido duras críticas de funcionarios federales, incluido el procurador general Jeff Sessions, quien lo está desafiando en los tribunales. A principios de marzo, el Departamento de Justicia presentó una demanda contra California por tres leyes, incluida la SB 54.
La administración Trump acudió antes al tribunal federal para invalidar las leyes estatales, alegando que obstruyen flagrantemente la ley federal de inmigración y, por lo tanto, violan la cláusula de supremacía de la Constitución, que da prioridad a la ley federal sobre las medidas estatales.
Ese caso está pendiente. Los líderes de Los Alamitos votaron el lunes para presentar un "informe amicus" para la demanda del Departamento de Justicia.
El Condado de Orange, alguna vez un bastión conservador del Partido Republicano que lo perdió en la década de 1990, votó por un demócrata para presidente en 2016 por primera vez desde la Gran Depresión, respaldando a Hillary Clinton en lugar de Trump. Pero partes del condado permanecen sólidamente republicanas.
Louis DeSipio, profesor de ciencias políticas en UC Irvine, dijo que no le sorprende la postura de Los Alamitos dada su demografía: la ciudad es más blanca y un poco más rica que el Condado de Orange en general.
Es 71 por ciento de raza blanca, mientras que el condado de Orange en su conjunto es 61 pr ciento blanca, según el censo de 2010. Datos más recientes sugieren que la población blanca en Los Alamitos ha disminuido ligeramente.
"Va a llevar un tiempo ver un cambio dramático en ese tipo de comunidad", manifestó DeSipio.
Aunque California es demócrata en general, quedan muchos bolsillos que respaldan a Trump y su posición de línea dura sobre la inmigración ilegal. El mes pasado, la Junta de Supervisores del Condado de Shasta aprobó una resolución en la que se asegura que el condado no es una jurisdicción de santuario.
Pero los esfuerzos similares para denunciar las políticas del santuario han fracasado, incluidos los esfuerzos en Costa Mesa para oponerse de manera pública a la SB 54 y al Condado de Kern, donde la junta directiva se opuso a la ley, pero no llegó a llamar a su jurisdicción un condado no santuario.
En la década de los años 1990 el condado de Orange dio a luz a la Proposición 187 y Costa Mesa aprobó ordenanzas contra los trabajadores jornaleros que se ofrecen en esquinas y se convirtió en el epicentro del movimiento antiinmigración ilegal a mediados de la década de 2000. Los Alamitos (NOTIMEX)