El Centro para la Educación y los Servicios Legales del Inmigrante y Refugiado (RAICES, por sus siglas en inglés), informó que las mujeres y los niños dejados en libertad constituyen aproximadamente el 25 por ciento de los migrantes que estaban recluidos en los centros de detención de Karnes City y Dilley, en el sur de Texas.
RAICES explicó en un comunicado que la liberación se produjo luego de que una juez en Austin determinó el pasado viernes que el estado de Texas no podía otorgar a los centros de detención licencias como guarderías infantiles.
La juez Karin Crump, de la Corte del Distrito 250, invalidó la regulación de Texas que permitió la licencia a los Centros de Detención de Karnes y Dilley.
La juez determinó que el reglamento que permite la concesión de licencias a los centros de detención familiar “contraviene el Código de Recursos Humanos de Texas y va en contra de los objetivos generales de dicho código.
La decisión de la juez se dio como resultado de una demanda interpuesta por la organización “Grassroots Leadership”, que se opone al encarcelamiento de familias migrantes.
Amy Fischer, directora de política de RAICES informó que las mujeres y niños liberados colmaron desde el sábado los dos albergues que operan en San Antonio, la Coalición de Bienvenida Interconfesional, un grupo que presta servicios a las familias después de su liberación.
Fisher dijo que una iglesia cercana y un convento abrieron sus puertas para dar albergue temporal a decenas de las mujeres y sus hijos.
Las mujeres liberadas recibieron un documento que les permite permanecer en el país en tanto reciben cita con un juez de inmigración. La gran mayoría de quienes recibieron la libertad tienen familias en diferentes partes del país que podrán recibirlas, dijo Fisher.
La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) no ha informado hasta el mediodía de este lunes sobre la liberación registrada en los dos centros de detención que son administrados por la compañía Corrections Corp. Of America (CCA), la operadora de penitenciarias mas grande del país.
ICE había solicitado que se otorgaran licencias de guardería a ambos centros de detención después de que un juez en California dictaminó que los centros Karnes y Dilley estaban violando un acuerdo judicial que rige el tratamiento de los niños migrantes.
Los centros se abrieron en 2014 para albergar a los cientos de mujeres y niños provenientes de Centroamérica, que cruzaban la frontera en el sur de Texas para entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza y solicitar asilo.
Grupos de derechos civiles y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han demandado en forma reiterada la liberación de las mujeres y niños recluidos en dichas instalaciones, al señalar que el mantenerlos ahí implicaba haberles impuesto una sentencia de cárcel.
Los grupos han argumentado que las familias detenidas allí están huyendo de la violencia en Centroamérica y tienen derecho a perseguir sus casos de asilo mientras viven en Estados Unidos.