La Casa Blanca defiende redadas contra centroamericanos

Por KATHLEEN HENNESSEY y ERICA WERNER, Associated Press

 

 WASHINGTON (AP) — Ante la creciente indignación entre sus aliados, la Casa Blanca defendió el viernes sus políticas de deportación e insinuó que noplanea cambiar el rumbo tras una serie de redadas en la temporada navideña en busca de inmigrantes centroamericanos, las cuales enfurecieron aactivistas y legisladores demócratas.

El presidente Barack Obama está consciente de la indignación sobre las redadas, dijo el viernes a los periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, pero "la aplicación de la estrategia y las prioridades que el gobierno ha articulado no van a cambiar".

Earnest afirmó que las redadas reflejan las principales prioridades del gobierno para la deportación: gente con antecedentes penales y personas capturadas mientras cruzan sin permiso la frontera entre Estados Unidos y México. Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional han dicho que las redadas estuvieron dirigidas a 121 personas con la orden final de deportación.

Las redadas irritaron a algunos legisladores demócratas y activistas, grupos que por mucho tiempo han criticado las políticas de deportación del gobierno. Los legisladores dijeron que las búsquedas eran inoportunas y creaban división, ya que esparcen el miedo entre las comunidades migrantes y separan familias.

Funcionarios de la Casa Blanca se reunieron el jueves con legisladores en el Capitolio para intentar apaciguar las críticas, sin éxito aparente.

El viernes, el segundo representante demócrata de mayor rango en la cámara baja, Steny Hoyer, de Maryland, quien anteriormente en la semana usó un

tono cauteloso cuando cuestionó las redadas, apareció en la conferencia de prensa con la bancada hispana del Congreso para denunciarlas.

"Necesitamos respetar nuestros valores, y esas no son las acciones que deberían seguirse", dijo Hoyer, quien agregó que las redadas "presumiblemente

fueron diseñadas para enviar un mensaje a aquellos en Centroamérica, pero... mandaron un mensaje terrible a quienes están aquí en Estados Unidos".

Las deportaciones se efectuaron en medio de preocupaciones de que la creciente inmigración proveniente de Centroamérica pudiera ser un indicio de que

se repita la crisis de 2014, cuando una oleada de mujeres, niños y familias atrajeron fuertemente la atención y consumieron la atención del Congreso.

Líderes de la bancada hispana pidieron al gobierno detener las redadas y dijeron que están solicitando una reunión con Obama para analizar la posibilidad

de que se conceda un estatus de protección temporal a quienes son blanco de éstas. Los legisladores insistieron que las personas en cuestión deberían

ser vistas no como inmigrantes sino como refugiados que huyen de la horrible violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras.

"Esto debe parar y debe parar hoy", dijo la representante Nydia Velazquez, de Nueva York. "Los inmigrantes y sus familias están aterrorizados... Estos son

algunos de los miembros más vulnerables de la sociedad y los estamos tratando como criminales".

Activistas agrupados bajo el Movimiento para una Reforma Migratoria Justa, red que agrupa a 45 organizaciones pro-inmigrantes en 35 estados, también

dijeron que planean pedir alivio migratorio temporal al gobierno de Obama.

"Creemos que hay una manera más efectiva y responsable para enfrentar esta crisis", dijo Kica Matos, representante de la coalición.

Earnest afirmó que las políticas gubernamentales siguen el debido proceso al permitir a los inmigrantes hacer solicitudes de asilo y agotar sus opciones l

egales.

Pero los legisladores argumentaron que no todos los inmigrantes han sido representados apropiadamente.

"En lugar de deportar a estas personas deberíamos estar arreglando nuestro sistema de asilo que no funciona", declaró la representante Linda Sanchez,de

California, presidenta de la bancada hispana. "Esto ha causado una ola de terror".

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