Al menos unos mil solicitantes de asilo detenidos en Estados Unidos se beneficiarán de la orden de un juez a la administración del presidente Donald Trump para liberarlos o concederles una audiencia migratoria.
El juez federal de Washington, Distrito de Columbia, James Boasberg, determinó que el gobierno federal no puede llevar a cabo detenciones generalizadas de solicitantes de asilo hasta que se resuelva una demanda interpuesta por la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU).
La orden del juez obliga a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) a proceder a la liberación o adjudicación de audiencias de aquellos solicitantes de asilo que puedan documentar o probar que existe un miedo creíble de peligro para su integridad si regresan a sus países de origen.
La administración Trump mantiene una política bajo la cual los solicitantes de asilo son retenidos en muchas ocasiones durante meses, conforme avanza su proceso.
Es una política sustituta del programa “Catch & Release” (atrapar y liberar) de la era del ex presidente Barack Obama, cuando los solicitantes eran fichados y dejados en libertad hasta su presentación ante un juez migratorio.
La administración Trump se quejó de que un amplio número de solicitantes no aparecían en sus audiencias migratorias y se incorporaba a la población indocumentada en Estados Unidos.
Expertos coinciden que hay métodos que no requieren de una detención indefinida, como la asignación expedita de sus casos. Trump no apoya la contratación de nuevos jueces migratorios.
Algunos solicitantes de asilo separados de sus hijos reciben la promesa de que si desisten de la solicitud podrán reunificarse con sus hijos, y varios activistas sostienen que se trata de un proceso largo y costoso. Washington (NOTIMEX)
