Los inmigrantes indocumentados en varios estados del sur de Estados Unidos tienen considerablemente menos probabilidades de contar con un abogado para luchar contra la deportación que en otras partes del país, de acuerdo con expertos consultados por Efe.
Según un análisis basado en un estudio reciente de Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), la organización de investigación de la Universidad de Syracuse (Nueva York), Georgia es uno de los peores estados para quienes carecen de papeles: es el octavo con más casos pendientes de deportación y el quinto con el menor índice de representación legal.
Hasta finales de mayo pasado, más de 40.000 inmigrantes tenían casos pendientes en las cortes de inmigración de Georgia y solo 15.700 contaban con abogado, es decir 39,2 %.
La lista de los estados donde los inmigrantes tienen menos probabilidades de tener representación legal la encabezan Carolina del Norte (23,5 %), Carolina del Sur (24,8 %), Oklahoma (27,9 %) y Alabama (38,7 %), si bien tienen menos casos de deportación pendientes que Georgia.
En contraste, Hawái (83,1 %), Nueva York (79,3 %), California (77,1 %), Michigan (77 %), Arizona (75,9 %), Wyoming (74,7 %), Utah (73,3 %), Nevada (72,6 %), Maryland (72 %), Iowa (70,7 %) y Colorado (70 %), tienen índices de representación legal de cuando menos 70 %.
“Tener un abogado que entienda la ley puede hacer un mundo de diferencia para estas personas”, dijo a Efe Susan B. Long, codirectora de TRAC, organización independiente que recopila, investiga y analiza datos obtenidos a través de la Ley de Libertad de Acceso a la Información (FOIA).
CÁRCELES REMOTAS CONTRIBUYEN AL PROBLEMA
En el caso de Georgia, que tiene el cuarto mayor número de inmigrantes detenidos por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en el país, una de las razones que explicarían la poca representación legal es que una de las tres cortes de inmigración está en una cárcel para indocumentados, dijeron a Efe las fuentes consultadas.
El tribunal se encuentra dentro del Centro de Detención de Stewart, uno de los más grandes del país, ubicado en la pequeña localidad de Lumpkin, en una zona remota del suroeste de Georgia, donde el número de reclusos es mayor que la población total del pueblo.
“Hay muchos abogados de inmigración en el área metropolitana de Atlanta, pero muy pocos fuera de ella. Como resultado, si alguien no está en el área metropolitana de Atlanta, la posibilidad de tener un abogado de inmigración local es bastante pequeña”, dijo a Efe el abogado de inmigración Charles Kuck.
Asimismo, de acuerdo con un análisis del American Immigration Council, los inmigrantes detenidos tienen considerablemente menos probabilidades de contar con asesoramiento legal (hasta cinco veces menos) que quienes no están en una prisión del ICE.
“Hay muchas razones por las que puede ser más difícil para los inmigrantes detenidos obtener representación. Por definición, están confinados en prisiones, cárceles y centros de detención federal que no les permiten viajar a la oficina de un abogado. En cambio, deben depender de los teléfonos de sus instalaciones para llamar a los abogados y, a veces, los teléfonos pueden no estar disponibles”, señala la organización sin fines de lucro.
Agrega que en muchos casos los abogados “deben adherirse a estrictas reglas de visita”, lo que dificulta la comunicación con sus clientes.
“Este ya es un problema sistémico. El Gobierno federal detiene a miles de inmigrantes en centros de detención en lugares remotos, y eso es a propósito. A los abogados se les complica mucho viajar a estos centros y creemos que el Gobierno no está garantizando que se cubran las necesidades básicas de estas personas, incluyendo el acceso a abogados”, dijo a Efe Diego Sánchez, abogado del Southern Poverty Law Center.
Justamente esta organización está librando una batalla legal contra el Departamento de Seguridad Nacional, al que acusa de “privar a los inmigrantes detenidos en cuatro instalaciones, (dos en Georgia y dos en Luisiana) del acceso adecuado a abogados”.
“TODOS LOS INGREDIENTES DE UN DESASTRE”
Kuck también atribuye la poca representación legal en Georgia a que los tribunales de inmigración en Atlanta tienen muy pocos casos de deportación programados, por lo que muchos inmigrantes no cuentan con un abogado que los represente.
“Me parece que menos del 20 % de los casos actualmente tienen una fecha de audiencia. Cuando alguien que no está bajo custodia no tiene fecha de audiencia, generalmente no contrata a un abogado. Eso explica parte del descenso en comparación con otros tribunales”, expuso.
El estudio de TRAC reveló, por ejemplo, que Gwinnett, en el área metropolitana de Atlanta, es uno de los 25 condados del país con más de 10 mil casos pendientes ante las cortes de inmigración, pero se ubica en el último lugar en cuanto al número de indocumentados representados por un abogado, con 43,1 %.
“Si se pone todo esto junto, tenemos los ingredientes de un desastre de debido proceso en los tribunales de inmigración de Georgia”, opinó Kuck. Atlatnta (EFE)