Indocumentados urgen al Congreso a incluirlos en nuevo estímulo por COVID-19

La pandemia de COVID-19 dejó a cuatro de los cinco miembros de la familia de Luz Chávez-Gonzáles sin empleo y la convirtió en la única proveedora de su hogar, en el que han tenido que recurrir a la caridad para sobrevivir ya que ninguno calificó para recibir las ayudas federales, una situación que asegura “no pueden resistir más”.

“Soy la única que tiene ingresos en este momento y desafortunadamente esto no es suficiente para sobrellevar la situación”, dijo Chávez-Gonzáles en un foro sobre la situación que enfrentan los indocumentados en este momento. 

El relato de la inmigrante boliviana y beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) se une a los de miles de familias que fueron excluidas del Ayuda por Coronavirus, Alivio y Seguridad Económica (CARES), por tener al menos una persona sin estatus legal en su familia.

EL NUEVO PAQUETE DE AYUDA

En medio del rebrote de coronavirus que se extiende en el país, los pasos atrás en la apertura económica en varios estados y la culminación de los pagos extra por desempleo dados por CARES, el Congreso ha comenzado a evaluar un nuevo paquete de ayuda. 

Sin conocerse el valor o lo que podría incluir la nueva propuesta, las voces de activistas y de los mismos inmigrantes se están escuchando por todo el país urgiendo a los legisladores a que incluyan a todos los inmigrantes que pagan impuestos y sus familias en este nuevo paquete sin tener en cuenta su estatus migratorio.

“Independientemente de dónde nacimos, instamos al Congreso a actuar con rapidez para garantizar que todos en este país puedan superar esta crisis sin precedentes”, dijo hoy Marielena Hincapié, directora de National Immigration Law Center (NILC), en una conferencia telefónica.

El llamado se da tras el “castigo” que, según los activistas, significó CARES para la comunidad. 

La legislación otorgó a las personas elegibles hasta mil 200 dólares por adulto y hasta 500 dólares por cada hijo menor de 17 años. También proporcionó una ayuda adicional de 600 dólares semanales en los cheques de desempleo, y otorgó becas a estudiantes. De todas estas ayudas federales los indocumentados estuvieron excluidos, así como sus hijos aunque hubieran nacido en el país. 

 

“Millones de ciudadanos estadounidenses y contribuyentes no recibieron esa ayuda financiera aunque han pagado impuestos, y esta exclusión fue innecesariamente cruel”, consideró Hincapié. Washington (EFE)

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