Varias organizaciones civiles convocaron en Nueva York una protesta para pedir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que garantice mayores protecciones laborales a los trabajadores indocumentados, en un momento en el que la metrópoli da acogida a una oleada de inmigrantes.
“Ante la creciente ola de migrantes a Nueva York se hace urgente brindar protección a los trabajadores migrantes y combatir su deshumanización y la de sus familias”, aseguraron las agrupaciones en un comunicado.
Convocada por la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON, por sus siglas en inglés), los manifestantes piden a la Administración de Biden “que actúe de inmediato, con el poder que tiene en sus manos, para empoderar a los trabajadores inmigrantes para que puedan denunciar los abusos en el lugar de trabajo sin temor a ser deportados”.
En esta acción de protesta, participan también organizaciones de los estados de Nueva Jersey y Connecticut, vecinos de Nueva York y otros grupos del país.
“Trabajadores como yo mantuvimos nuestro país en funcionamiento durante la pandemia y continuamos contribuyendo a nuestra economía todos los días, pero no tenemos derecho a defender nuestro respeto básico en el trabajo como lo hacen otros trabajadores”, aseguró un miembro de la organización laboral Arriba Las Vegas, Rosario Ortiz, que participa en la marcha.
La concentración, convocada ante la sede neoyorquina del Departamento de Trabajo, pretende presionar a los líderes políticos para que garanticen “que la aplicación de la ley de inmigración no se utilice para socavar los derechos de los trabajadores”.
El Departamento de Trabajo anunció que los inmigrantes indocumentados que sean víctimas de prácticas discriminatorias, intimidación y explotación en sus trabajos, podían presentar una denuncia sin temor a la deportación.
Sin embargo, para los organizadores de la protesta los “legisladores federales han tardado en ponerlo en práctica” y todavía no se ha desarrollado una guía detallada del procedimiento, lo que en la práctica, aseguran, ha hecho que se hayan producido muy pocas denuncias en este ámbito.
“Está mal obligar a los trabajadores a vivir con miedo de esta manera, y a medida que más y más personas huyen de la violencia y buscan refugio en Nueva York y otras ciudades, será aún más importante empoderarlos para que defiendan sus derechos en el trabajo”, agregó Ortiz. Nueva York (EFE)