Un grupo de hondureños protestó frente a la Casa Blanca para exigir al presidente de EE.UU., Joe Biden, que apruebe un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) para miles de sus compatriotas, ante la posibilidad de que el amparo actual venza el próximo 4 de octubre.
"Biden, escucha, estamos en la lucha", coreaban los manifestantes, varios de ellos procedentes de distintos lugares del país, que se apostaron frente a la residencia presidencial después de recorrer, carteles en mano, varias calles de la capital estadounidense.
El presidente de la Fundación 15 de septiembre y uno de los organizadores de la movilización, Juan Flores, explicó a Efe que reclaman un beneficio migratorio que evite la deportación de alrededor de 44 mil hondureños, cifra que aseguró podría superar las 57 mil personas si se tienen en cuenta los núcleos familiares.
"Es inhumano el no adjudicar un TPS para Honduras y Centroamérica, ya que ellos saben de primera mano la circunstancias que hay en nuestro país, no hay condiciones para regresar", afirmó Flores.
El activista, cuya organización representa a los hondureños asentados en Estados Unidos, recordó además el impacto de los huracanes Eta e Iota en noviembre del año pasado en Honduras, que agravaron la crisis causada por la pandemia de la covid-19.
El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que EE.UU. concede permisos de forma extraordinaria a inmigrantes de naciones afectadas por conflictos bélicos, desastres naturales, epidemias u otras condiciones que no hagan seguro el retorno de los nacionales a sus países de origen.
El gobierno del ahora expresidente Donald Trump anunció en mayo de 2018 el fin del TPS para Honduras y dio un margen de 18 meses a sus 55 mil beneficiarios para que regresaran a su país o buscaran otra vía para regularizar su situación migratoria.
Sin embargo, el beneficio ha sido extendido hasta el próximo 4 de octubre a la espera de la decisión de una corte de apelaciones a una demanda interpuesta ante un tribunal de distrito. Washington (EFE)