Hay posibilidades para una segunda versión del programa “Quédate en México”

El programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), también conocido como “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en el país vecino el desarrollo de sus casos, está lejos de llegar a su fin incluso si el Tribunal Supremo falla en contra de los estados republicanos que pretenden mantenerlo en pie, advierten expertos.

Se espera que el máximo tribunal entregue este verano su decisión en la batalla legal emprendida por los estados de Texas y Misuri, la cual obligó al gobierno del presidente Joe Biden a revivir en diciembre pasado la iniciativa, remanente del Gobierno del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021).

Ante tal expectativa, la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA) advirtió en un reciente análisis que incluso si la Administración de Biden gana el caso “eso no significa que ‘Quédate en México’ terminará”.

La batalla legal por MPP comenzó después de que Biden rescindiera la política a pocos días de llegar a la Casa Blanca en enero de 2021.

El juez federal Matthew Kacsmaryk, en Texas, dictaminó que la decisión del mandatario violaba la ley de inmigración. También señaló que la Administración no había explicado de manera adecuada sus razones para cancelar MPP.

El pasado 29 de octubre el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, emitió un memorando explicando las razones por las que se pondría fin a MPP.

Argumentó que había fallas en el proceso y falta de “protecciones humanitarias que las personas merecen según la ley”.

Mayorkas añadió que los pocos beneficios de MPP no justifican los costos de la ejecución del programa.

El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos también dio la espalda a la Administración demócrata al rechazar los intentos para detener la aplicación de MPP. Tampoco consideró el referido memorando de Mayorkas.

El gobierno de Biden se vio obligado a recurrir al Tribunal Supremo para que escuchara el caso de forma acelerada.

Aaron Reichlin-Melnick, del Consejo Estadounidense de Inmigración, tuvo a bien explicar que si el máximo tribunal toma una decisión favorable a la Administración “probablemente enviaría el caso nuevamente a los tribunales inferiores”.

 

“Sería una victoria, pero aún no terminaría el programa. No hay la menor duda de que Texas seguiría luchando”, opinó el experto. Los Ángeles (EFE)

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