El Instituto Nacional de Migración (INM) de México, el Ejército y la Guardia Nacional (GN) realizaron operativos migratorios en Tapachula, en la frontera con Guatemala, donde más de 100 familias se entregaron a las autoridades.
Los agentes federales subieron a los migrantes a furgonetas con la promesa de regularizar su estancia en México, pero otros extranjeros huyeron por temor de que los deporten a la frontera con Guatemala.
Los migrantes que se entregaron esperan recibir formatos migratorios múltiples para regular su estancia en el país.
Las autoridades mexicanas también desplazaron a decenas de migrantes que duermen en el parque con el argumento de limpiarlo.
La hondureña Yamilet, quien se mantiene con sus cuatro hijos en Tapachula durmiendo en las calles, manifestó su desconfianza en las autoridades del INM por lo que, igual que otras decenas de personas, se replegaron a una acera con sus pertenencias para evitar su deportación.
El operativo ocurre después de que el INM deportó a Guayaquil, Ecuador, a 111 migrantes desde el Aeropuerto Internacional de Tapachula (AIT).
La migrante venezolana Lorenza Esteban denunció que, tras entregarse y obtener los documentos prometidos, las autoridades aún les impiden abandonar Tapachula para seguir en tránsito.
“Nosotros pedimos que nos dejen salir, porque nos dieron un papel, porque nosotros salimos con la mentalidad de llegar a Estados Unidos, como lo hacen todas las demás personas”, mencionó.
Organizaciones locales estiman que hay decenas de migrantes en espera de visas por razones humanitarias, pero las autoridades los han desalojado del parque y les piden abandonar los albergues.
“Migración nos dijo que desalojemos ahí, no tenemos a donde agarrar y dormir, lo que nos ofrece es sacarnos del país. Pero para atrás no regreso”, relató Rosa Emilia, originaria de Honduras.
Otros grupos de migrantes han optado por salir de madrugada del parque central de Tapachula para entregarse en los puntos de internación. Tapachula (EFE)