En este momento, las familias inmigrantes se enfrentan a un período de mayor acoso y crisis, ya que el presidente Donald Trump ha comenzado a cumplir su promesa de campaña de deportaciones masivas. Lo que estamos presenciando es una cruzada nacional de inmigración que destroza a las familias.
Los oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) y los departamentos de policía locales están cada vez más fortalecidos para buscar y localizar a los no ciudadanos en sus hogares, escuelas, iglesias y las cortes. Las deportaciones destrozan familias y ponen en peligro a los niños que se quedan en EE.UU., muchos de los cuales nunca volverán a ver a sus padres.
El informe de 2011 de Familias Destrozadas de Race Forward reveló que había al menos 5 mil 100 niños que vivían en agencias de bienestar infantil en los Estados Unidos porque sus padres habían sido arrestados o deportados. El informe reveló también que decenas de miles de niños estarían en riesgo en los próximos años si no había un cambio en las políticas y prácticas de ICE y las agencias de bienestar infantil. Debido a esta última ola de arrestos de ICE, tenemos todas las razones para creer que este número está aumentando día a día.
El año después de la publicación del informe Familias Destrozadas: La Intersección Peligrosa de la Aplicación de Leyes de Inmigración y el Sistema de Cuidado Infantil, las deportaciones bajo el presidente Obama alcanzaron un récord de 409 mil 849. Como se reportó en Colorlines, el sitio web de noticias diarias de Race Forward, más de 46 mil padres de niños ciudadanos de EE.UU. fueron deportados en los primeros seis meses del año 2011. Mientras que el número anual de deportaciones disminuyó continuamente a lo largo del mandato final de Obama, ahora estamos dando reversa con una nueva administración que está comprometida a deportar el mayor número de personas posible a través de métodos agresivos e irresponsables.
La combinación de ICE, agencias de ley locales y las agencias de bienestar infantil en la vida de una familia está separando básicamente a miles de niños de sus familias amadas en los EE.UU. Mientras que la única respuesta verdadera a esta crisis es el fin a la deportación masiva, es prioridad de asegurarnos que las familias se mantengan unidas y protejamos a los niños del trauma de ser arrancados de sus padres.
