Extorsión de grupos criminales amenaza a albergues de migrantes en la frontera México-EEUU

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El ‘cobro de piso’, la extorsión del crimen organizado que está en niveles récord en México, alcanza a albergues de migrantes en la frontera con EEUU, donde activistas temen cerrar los refugios por las amenazas de muerte que han recibido de las bandas.

Lo que se consideraba un secreto entre defensores de migrantes en Tijuana, lo han denunciado los directivos y coordinadores de estos refugios, que reportan acoso, infiltraciones del crimen, extorsiones y amenazas de muerte.

El pastor Gustavo Banda Aceves, del albergue Embajadores de Jesús, el más grande de Tijuana (acoge mil 300 personas), fue de los primeros en denunciar las amenazas del crimen organizado.

Banda Aceves aseguró que las amenazas son por resguardar a migrantes y mexicanos desplazados por la violencia.

El ‘cobro de piso’, como se llama en México a la extorsión en la que un grupo criminal exige dinero a organizaciones y empresas, ha crecido un 45,3 % durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), denunció la Confederación Patronal de la República Mexicana.

Los amagos del crimen afectan a activistas como Susana Barrales, de La Casita de Unión Trans, albergue exclusivo para migrantes y refugiados trans. Ella contó que “las amenazas de muerte” que ha recibido “son relacionadas por el albergue”, y siente que vive “con un botón de pánico en todos lados”.

“He recibido cuatro amenazas de muerte, me han roto los cristales del carro y me han hecho cosas más fuertes, muchas compañeras se han ido (de Tijuana) por esa situación, pero enfrentamos la realidad”, enunció.

Claudia Portela, del Proyecto Salesiano Tijuana, coincidió en que “la inseguridad comenzó a permear a la sociedad desde distintas bases”.

Refirió que otra problemática que han identificado son las infiltraciones del crimen en los propios albergues para convencer a los migrantes de que paguen para cruzar por la frontera de forma irregular.

“En el albergue de hombres identificamos dos casos de polleros (traficantes de personas) infiltrados, y en el albergue de mujeres tres. 

Las infiltraciones las detectó el albergue Misión Ágape Mundial, en una zona conflictiva de Tijuana, el pastor Albert Rivera Colón ha denunciado estos sucesos porque “agravan la estancia de los desplazados”.

Banda Aceves explicó que grupos delictivos llegan a Tijuana a buscar a las víctimas que escapan de ellos en otras ciudades de México y Latinoamérica. Tijuana (EFE)

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