Cientos de familias separadas por las políticas migratorias en la frontera entre EEUU y México se reunieron en el evento ‘Abrazos no muros’, en el lecho del río Bravo entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
La iniciativa permitió a las personas verse, abrazarse y compartir un breve momento, superando las barreras migratorias que impiden estos encuentros.
El evento, organizado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en inglés) desde hace varios años busca promover la reunificación de familias migrantes, haciendo conciencia sobre las difíciles realidades que enfrentan aquellos que, por su estatus migratorio, viven separados de sus seres queridos.
“Me siento feliz, contenta, agradecida con Dios y con la institución que apartó este tiempo para lograr que esto se hiciera realidad” afirmó Irma García López.
Durante el encuentro, 200 familias pudieron ingresar al cauce del río bajo la supervisión de agentes de la Patrulla Fronteriza y de las autoridades mexicanas, en un gesto de colaboración binacional.
El tiempo de contacto fue limitado, ya que las 2 mil personas que participaron solo pudieron abrazarse durante tres minutos antes de ser escoltadas a sus respectivos lados de la frontera.
“Voy a ver a mi hermana Rosa Sandoval, tengo muchas ganas de verla. Tengo un año sin verla, siento que ha sido eterno, porque siempre estábamos juntos, comíamos juntos, siento que ha sido una eternidad” comentó Samuel Sandoval.
‘Abrazos no muros’ se ha convertido en una tradición anual, símbolo de resistencia y esperanza de la comunidad migrante. Los organizadores destacaron la importancia de visibilizar las políticas migratorias que separan familias y reafirmaron su compromiso de abogar por reformas que permitan la reunificación.
“Es extraordinario. Esto estaba lleno de alambres de púas y se tuvo que abrir para permitir que las familias pudiesen tener este evento. Eso solo lo logra una comunidad como El Paso y Juárez”, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
El activista señaló que en este evento participaron varios “aliados” y aseguró que van a seguir organizándolo en los próximos años.
La escena de madres, padres, hijos y hermanos abrazados en medio del río Bravo resonó entre los asistentes y captó la atención de activistas, medios de comunicación y defensores de derechos humanos que participaron en el evento. Las familias no deben separarse. Juárez (EFE)