El gobierno de Joe Biden continúa la política de separación de familias migrantes iniciada en 2017 por Donald Trump, según artículo de la revista The Texas Observer.
Más de 5 mil 500 menores de edad, incluidos bebés lactantes, fueron separados de sus familias bajo un programa que se inició en 2017 en El Paso, Texas, y fueron trasladados a diferentes partes del país.
El 20 de junio de 2018 el entonces presidente Trump ordenó al Departamento de Seguridad Nacional que cesara esa práctica, pese a lo cual en 2019 el Proyecto Texas de Derechos Civiles documentó 272 casos de separación de familias.
Durante la campaña presidencial de 2020, el demócrata Biden repudió la política de separación de familias, y al llegar a la Casa Blanca en enero de 2021 designó una comisión dedicada a ubicar a los menores de edad y a reunirlos con sus familias.
Desde octubre pasado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que habían logrado la reunión de más de 500 menores de edad con sus familias, y quedaban unos 200 niños a la espera del reencuentro.
The Texas Observer afirmó que, pese a las declaraciones, “las autoridades de inmigración separan los niños de sus padres, y desde el comienzo del nuevo gobierno hasta agosto de 2022 las autoridades han informado de unos 372 casos de separación de familias”. “The Observer ha identificado casos no incluidos en esta cuenta”, añadió el artículo, firmado por John Washington y Anna Catherine Brigida.
El gobierno usa el Título 42 -permite la expulsión de migrantes que considere una amenaza para la salud pública-, sin incluir a los menores que llegan a la frontera. “Esto ha permitido que funcionarios de inmigración separen a niños de sus familiares y custodios”.
La revista añadió que desde 2021 el Centro Legal de Defensores de Inmigrantes “ha rastreado más de 300 casos de familiares que no eran padre o madre, separados de los menores”. Washington (EFE)
